Con la cifra de desempleo aumentando mes a mes en la ciudad de Toro, resulta curioso que los pueblos del alfoz resistan el envite e incluso algunos permanezcan todavía con la totalidad de los vecinos con trabajo. Es el caso de las localidades de Villalonso, Valdefinjas y Fuentesecas, que permanecen sin un solo parado entre sus habitantes. Pese a que el dato es bueno, lo cierto es que las causas no son tan magníficas como puedan parecer. Y es que los propios alcaldes de estos municipios reconocen que la tasa de actividad de sus vecinos es baja y muchos de ellos están ya jubilados. Es decir, no hay paro porque apenas existe gente jóven entre los vecinos. Sumado esto a la escasa población que aún queda en sus viviendas.

Los pueblos grandes, sin embargo, mantienen prácticamente los mismos datos a lo largo de los meses. Así, Morales de Toro parece haberse estancado alrededor de los ochenta parados. Lo mismo que Peleagonzalo, con sus 28 vecinos desempleados; Vezdemarbán, que cuenta con 58 personas sin trabajo entre sus habitantes; o Venialbo, que suma un total de 54 parados. Otros núcleos más pequeños también se mantienen en las mismas cifras que otros meses. Villavendimio, con 14 vecinos sin empleo, o Villardondiego con una decena de parados, son fieles ejemplos de que la crisis, de momento, no está afectando sobremanera al mundo rural, puesto que éste ya tiene sus propios problemas.