El presidente de la quesería instalada en Toro, Hersilio García Baquero, anunció el pasado viernes que la empresa planea una inversión a diez años que empleará a 500 personas. El anuncio lo hizo durante la cena por el cincuenta aniversario de la creación de la marca celebrada en el Hotel Convento de Coreses y, aunque aún no se conocen los pormenores de la operación de ampliación, se prevé que repercuta de manera beneficiosa tanto en la planta matriz de Alcázar de San Juan como en la fábrica que lleva ocho años operando en la ciudad de Toro.

García Baquero apuntó que su intención es retomar la vía ganadera con la que comenzó en el mundo de los quesos. «Nací con la ganadería y moriré con la ganadería», explicó el empresario. Se trata de expandirse en sectores como la producción de leche y de ganado para su posterior reconversión en el producto que le ha hecho crecer como marca y la venta, principalmente, en los mercados exteriores.

A este respecto, el empresario de Ciudad Real quiso destacar que las posibilidades de la venta nacional no son ahora mismo como en tiempos anteriores. «El futuro pasa por la exportación, porque con el mercado interior ya no se puede vivir», comentó ante los empleados de Toro. Es por ello que su gran objetivo con esta nueva inversión es ampliar la ya existente comercialización internacional y consolidarse como producto de calidad al igual que ya lo es en España. «Hay posibilidades de crecer y tenemos que trabajar en ese camino», explicó.

Durante su intervención, Hersilio García Baquero razonó que la inversión que planea y que favorecerá a la industria toresana la realiza en el momento idóneo para el devenir de la empresa. «No soy ajeno a la crisis y sé perfectamente como está el tema económico, pero precisamente yo siempre invierto en momentos de crisis porque es cuando más beneficios se pueden sacar a los proyectos y, además, ojalá, pueda así dar trabajo a unas quinientas personas», relató.

El empresario quesero no quiso dejar pasar la oportunidad de agradecer a los empleados y a la ciudad de Toro el trabajo que han hecho por esta fábrica, la más joven de las que conforman el grupo. «El éxito de una empresa es que cada empleado sienta a la fábrica como suya, y eso es lo que se ha conseguido aquí en estos ocho años», explicó.

Junto al presidente y fundador, acudieron al acto sus hijos María del Mar y Miguel Ángel García Baquero, que actualmente se dedican a las labores de dirección del grupo empresarial. En el capítulo de personalidades, además, participaron en la cena el alcalde de la ciudad de Toro, Jesús Sedano, y el director general de la fábrica local, Eduardo Domenech. Por otra parte, más de un centenar de trabajadores de la empresa se dieron cita también en una reunión que no solo sirvió para conmemorar los cincuenta años de dedicación al mundo del queso sino que además dejó la noticia de la inversión que favorecerá a buen recaudo a la fábrica toresana, una de las más avanzadas tecnológicamente de las que existen en Europa.