El mítico rejoneador sevillano Ángel Peralta visitó en la jornada de ayer la ciudad de Toro para presentar el último de sus libros titulado «El mundo del toro y el caballo». Genio y figura del arte taurino a lomos del animal, el maestro aprovechó su estancia en la ciudad para visitar la Plaza de Toros. Más tarde, de la mano de la Asociación Cultural Taurina «La Verónica», participó en un coloquio junto con su compañera de profesión, la francesa Lea Vicens, que se encargó de moderar la periodista local Beatriz García. El acto, celebrado en uno de los salones del Hotel María de Molina, contó también con la presencia del actual presidente de la asociación, Benito Vega Ramos.

Rodeado de un centenar de personas que no quisieron perderse tan magno acontecimiento, el rejoneador sevillano hizo un repaso por toda su carrera. Una carrera que comenzó en el año 1943 y en la que consiguió grandes triunfos en los cosos más importantes del país, incluyendo lugares mágicos como la madrileña plaza de Las Ventas o la Maestranza de Sevilla. "He tenido la gran suerte de poder dedicarme a esto y, además, hacerlo en los mejores lugares", explicó el matador sevillano.

Durante la velada, el maestro Peralta hizo un amplio recorrido por las numerosísimas anécdotas que conforman su historia de vida y relató cómo poco a poco fue reinventando el toreo a caballo con la introducción de diferentes suertes como el banderilleo a dos manos, la rosa, o una que calificó de "muy fea ahora mismo", como fue la de colocar en su caballo unos estribos plateados. "No sé cómo se me ocurrió, pero alguien me dijo que era horrible y yo contesté: tienes toda la razón", relató entre las risas de los asistentes.

En el coloquio participó también la joven rejoneadora francesa Lea Vicens, quien tras licenciarse en biología por la Universidad de Montpellier decidió dejarlo todo, incluso su país, para perseguir el sueño de su vida y convertirse, al igual que Peralta, en figura del toreo. Desde luego, los taurinos reunidos ayer coincidieron en que va por el buen camino.