«Líder en valores». De esta manera, el Delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, definió a Saturnina Lorenzo García, a quien impuso ayer la Medalla al Mérito en el Trabajo, en su categoría de oro, por su trabajo y dedicación a la enseñanza.

En un emotivo acto que se celebró en la residencia «San Agustín» de Cáritas, esta mujer, nacida en Toro el 11 de noviembre de 1924, recibió esta distinción concedida por el Real Decreto 1654/2010 de 7 de diciembre, en atención a los méritos que en ella concurren y a propuesta del Ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez. Con la concesión de esta medalla, se premia el mérito de una conducta socialmente útil y ejemplar en el desempeño de los deberes que impone el ejercicio de cualquier trabajo, profesión o servicio.

Arropada por familiares, amigos, compañeros y trabajadores de la residencia, Lorenzo reconoció que sintió la vocación de la enseñanza «desde muy pequeña» y recordó su primer contacto con la escuela, cuando en septiembre de 1929 «me encontré en una escuela mixta dirigida desde Madrid por la Institución Libre de Enseñanza». En esta escuela llegó a sentir tal admiración por las maestras que, fue entonces, cuando decidió dedicarse a la enseñanza y cuando «nació mi vocación como maestra». Visiblemente emocionada pero, sin perder su naturalidad, recordó cuando en su colegio se editaba e imprimía el periódico «Pepito Allende» en el que colaboraban todos los alumnos y en el que publicó su primer artículo.

Lorenzo llegó a licenciarse en Químicas por la Universidad de Salamanca en una época en la que era pocas las mujeres que llegaban a cursar estudios universitarios. Comenzó su vida profesional impartiendo clases hasta en cinco colegios diferentes. Pasó cinco años en el instituto de Toro hasta que fue expulsada por el régimen franquista por motivos políticos ya que era hija y hermana de fusilados durante la Guerra Civil. Sin embargo, esta toresana no se rindió y consiguió aprobar las oposiciones de maestra e impartió clases en el instituto Pardo Tavera de la ciudad hasta el final de su vida profesional.

Durante este acto, el delegado del Gobierno aseguró que la medalla de oro concedida a la maestra toresana reconoce no sólo su dedicación al trabajo sino también sus actitudes y valores. Destacó Alejo que «en un siglo cargado de dudas e incertidumbres» es preciso que, como Lorenzo García, las personas se basen en unos principios sólidos y en unas convicciones para hacer frente a las dificultades.

En este punto, aseguró que las actitudes, los valores personales, sociales, de la ética y de la moral «son imprescindibles» y que los líderes no son sólo los políticos, artistas o deportistas sino que «también son líderes personas como Saturnina». Asimismo agradeció a esta maestra que intentara transmitir valores como el de la educación a sus alumnos, a la vez que resaltó que Lorenzo García consiguió superar las adversidades «con el esfuerzo de la voluntad, el coraje y los principios que en tu familia y en la Institución Libre de Enseñanza aprendiste».