La decisión del Gobierno de autorizar el trasvase de 17.336 toneladas de azúcar de cupo de Ebro a la cooperativa Acor, ha generado cierto temor entre los trabajadores de la Azucarera de Toro, ante la posibilidad de que esta transferencia de derechos pueda generar la pérdida de puestos de trabajo e incluso, en un futuro, el cierre de alguna de las tres fábricas que Ebro mantiene en Castilla y León.

El presidente del comité de empresa de la Azucarera de Toro, Florencio Díez, resaltó que si finalmente el Gobierno autoriza el trasvase, se beneficiaría a Acor que incrementaría su producción un 14,%, mientras que las fábricas de Ebro tendrían que reducir su producción un 4,8%. Díez explicó que Ebro mantiene cuatro fábricas azucareras en Toro, Miranda de Ebro, La Bañeza y Guadalete, pero con el trasvase, la producción se reduciría a 360.000 toneladas y cada factoría vería reducida la molturación a 90.000 toneladas, lo que podría provocar que «la empresa estudiara el cierre de alguna fábrica». Según Díez, Ebro podría plantearse la clausura de alguna factoría de la región para intentar mantener la competitividad con otras fábricas europeas que producen unas 135.000 toneladas. Además, destacó que «lo principal» para que una fábrica se pueda mantener es que en la zona los cultivadores decidan seguir produciendo remolacha y, ahora en Toro, «hay zona de cultivo» pero no descarta que en un futuro los agricultores decidan no seguir produciendo remolacha porque obtengan una menor rentabilidad o se reduzca la producción. Por este motivo, Díez subrayó que la supuesta clausura de una planta dependerá de cual es la que mantiene menos producción o la que precisa más desplazamientos de raíz porque «los desplazamientos largos pueden suponer una pérdida de rentabilidad».

480 cultivadores de remolacha han solicitado el trasvase de su cupo a la cooperativa Acor, ubicada en Olmedo, después de que Ebro fuera adquirida por British Sugar, lo que ha generado entre los trabajadores de la factoría toresana cierta incertidumbre ya que «la situación en estos momentos es muy cambiante». La consecuencia más inmediata, si la transferencia de derechos es autorizada, es que se reducirían los días de molienda durante la campaña lo que «repercutiría en los trabajadores fijos pero también a los eventuales ya que, cuanto menos tiempo dure la campaña, mucho trabajo posterior que ahora mismo se da a otras empresas ajenas pasaría a ser realizado por el personal fijo que estaría en disposición de hacerlo porque tendría más tiempo». En la actualidad, según los datos aportados por Díez, la plantilla de trabajadores fijos de la factoría toresana está integrada por 122 empleados aunque otras ocho o nueve empresas realizan trabajos para Ebro por lo que, alrededor de 260 puestos de trabajo, dependen de la Azucarera de Toro.

Por su parte, el responsable del sector remolachero de Coag, Fernando García, respaldó a los cultivadores que han solicitado el trasvase de su cuota a Acor y solicitó «respeto» para los que han adoptado esta decisión porque «están en su derecho de pedirlo». Recordó García que con la decisión adoptada, el Gobierno hace uso de la potestad que le permite redistribuir hasta el 10% de la cuota del país, cifrada en 550.000 toneladas de azúcar, es decir, puede autorizar el trasvase de hasta 51.000 toneladas. En cuanto a los motivos que han propiciado la petición de los remolacheros de que su cuota sea traspasada, García apuntó como principal, una razón económica ya que «en Acor se cobra más que en Ebro», aunque también responsabilizó en parte a la multinacional porque «no hace los deberes como los tiene que hacer». No obstante, García se mostró convencido de que este trasvase podría propiciar el cierre de alguna de las factorías de Ebro en Castilla y León.

La consejera de Agricultura de la Junta de Castilla y León, Silvia Clemente, rechazó ayer cualquier trasvase de cupo de Azucarera Ebro a la cooperativa Acor y defendió que «no se debe mover» el reparto actual de cuota de azúcar porque, a su juicio, «la fuerza» del sector remolachero reside en la actualidad en la «estabilidad» conseguida hasta el año 2014. Resaltó la consejera de Agricultura que modificar el reparto actual de cuota perjudicaría no sólo a Ebro sino también a la cooperativa de Olmedo y abogó por «mantener y garantizar» el acuerdo liderado por la Administración regional entre ambas compañías hace dos años. Sobre este acuerdo, Clemente destacó que constituye un «compromiso de estabilidad» para el sector remolachero y añadió que la Junta ha mantenido, a pesar de las dificultades presupuestarias por la crisis económica, las ayudas de 50 millones de euros comprometidas hasta el año 2013. De otro lado, Clemente aseguró que las empresas azucareras de la región «necesitan más cuota, no mover la existente» porque es preciso preservar todas las fábricas que, en la actualidad, operan en Castilla y León. En este sentido, recordó que el sector tuvo que afrontar un recorte del 50 por ciento de la producción de azúcar para poder cumplir los objetivos marcados por Bruselas con la reforma de la OCM del sector remolachero, fruto de «una mala negociación del PSOE». La empresa Ebro ya ha recurrido la decisión aunque este trasvase no sería efectivo hasta la próxima campaña ya que para la que empezará en pocas semanas en la zona norte ya está cerrada la contratación de los derechos, en la totalidad de la superficie cultivada.