El presidente de la cofradía de la Virgen del Canto de Toro, Emeterio Misol, realizó ayer un llamamiento público para que más jóvenes toresanos entren a formar parte de la hermandad. Reconoció Misol que, a pesar de que la cofradía cuenta con alrededor de 400 hermanos, jóvenes «hay muy poquitos», por lo que, «tenemos que tratar de incentivar su incorporación para que cada vez haya más porque es lo que nos falta». A pesar de que muchos jóvenes participaron ayer tanto en el desfile hasta la ermita de la patrona como en la misa de fiesta, el presidente de la cofradía subrayó que «hermanos somos muy pocos hombres», mientras que más mujeres jóvenes se han incorporado en los últimos años a las Damas de la Corte.

En la misma línea, el alcalde de la ciudad, Jesús Sedano destacó que «es bueno renovar y que la cofradía cobre vigor», a pesar de que, como resaltó, es una de las hermandades toresanas «que están funcionando muy bien». No obstante, para el mandatario municipal, sería positivo que más jóvenes que residen en Toro y que demuestran cada año su profunda devoción a la imagen de la patrona, decidieran entrar a formar parte de esta hermandad porque «sería una satisfacción para todos ver que la juventud va cogiendo el relevo».

En cuanto a la celebración de la festividad de la patrona de Toro y su Alfoz, el presidente de la cofradía, realizó una valoración positiva por la masiva participación de los ciudadanos en todos los actos programados y, a pesar de que las lluvias registradas el pasado martes, provocaran que algunas personas decidieran no sacar de los baúles y armarios, los trajes típicos por temor a que pudieran sufrir daños. También el alcalde resaltó que, un año más, los toresanos y «especialmente las toresanas» cumplieron ayer con la cita anual de asistir a la ermita de la patrona y con «algo muy arraigado entre la gente de Toro que es la fe en la Virgen del Canto, la patrona de esta tierra». Sin duda, la celebración de esta fiesta es especial para los toresanos, pero sobre todo para aquellos hermanos y hermanas que se encargan de organizar la fiesta. Este año, Ernesto Berger y Augusto Rodríguez han sido los mayordomos, mientras que las damas de la corte encargadas de preparar la celebración han sido Lara Casares, Mari Canto López, María Martín y Teresa, Carmen y Laura Vega. Por otra parte, el presidente de la cofradía agradeció públicamente la colaboración de los toresanos que en las pasadas fiestas de San Agustín acudieron al festival benéfico celebrado en la plaza de toros, cuya recaudación será destinada por la hermandad a sufragar gastos pendientes de las obras de restauración que, hace unos años, se ejecutaron en la pequeña ermita de la patrona.

Aunque Misol hará públicos los datos del dinero recaudado en los próximos días, señaló que «la gente se ha portado bien» y precisó que, ahora «de las obras ejecutadas en la ermita, nos queda pagar poco». En cuanto a proyectos de futuro de la hermandad, su presidente destacó que uno de los «prioritarios» es renovar el equipo de megafonía del templo, al margen de otros menores como «seguir plantando en el huerto árboles autóctonos».

A pesar de que la Virgen del Canto es la patrona de Toro pero también de su Alfoz, un año más pocos habitantes de otros municipios de la comarca participaron ayer en esta fiesta. La cofradía ha intentado en pasadas ediciones que los ciudadanos de otras localidades del Alfoz también participen pero la celebración en varios pueblos del día de la Virgen dificulta que los vecinos se trasladen a Toro. No obstante, en el interior de la pequeña ermita, un año más, fueron colocados los banderines bordados que representan a todos los municipios del Alfoz y que son una réplica de la corona de la Virgen ya que, en su aureola, aparecen representados todos los pueblos de Toro.

La Banda Municipal de Música «La Lira», dirigida por Casimiro García Llamas, también fue protagonista en la festividad de la patrona de Toro. Además de acompañar a la comitiva durante el desfile hasta la ermita, también ofreció en la Plaza Mayor, el tradicional concierto en honor de la Virgen del Canto. Una gran traca puso el punto y final a las fiestas toresanas que fueron clausuradas con una verbena popular en la plaza de Santa Marina.