La Federación Regional de Caza recurrirá a un perito para que evalúe los daños que se han producido en el coto cinegético de Toro como consecuencia de la elevada mortandad de liebres, cuyo origen, según los resultados de los análisis practicados en el laboratorio de toxicología de la Universidad de Murcia, se encuentra en el veneno empleado por la Junta de Castilla y León para combatir la plaga de topillos. El objetivo es poder reclamar a la Administración autonómica una indemnización «no solo por el perjuicio causado, sino para reparar esos daños», según señaló ayer el presidente de la Asociación de Cazadores de Toro, Luis Martínez, quien mantuvo una reunión con el presidente regional, Luis Ciria, así como con el responsable de la federación provincial, José Antonio Prada, además de otros responsables y del abogado de la entidad.

En cuanto a la posibilidad de presentar una denuncia judicial por lo sucedido, el presidente de la Federación Regional estudiará «en profundidad» las pruebas con las que cuentan, aunque prefieren llegar a una solución «consensuada» con la Junta. En este sentido el presidente provincial, José Antonio Prada, tiene previsto presentar hoy al delegado territorial, Alberto Castro, el informe con el resultado de los análisis remitido por la Universidad de Murcia «para que comprueben que lo que decimos es cierto», como subrayó Martínez.

Los cazadores piden, así mismo, públicamente al Seprona de la Guardia Civil que den a conocer los resultados de los análisis promovidos por este cuerpo, de acuerdo a las muestras tomadas durante el Campeonato de España de Cetrería el pasado mes de noviembre, en que aparecieron decenas de liebres muertas en el coto de Toro. El presidente de los cazadores toresanos recuerda que él mismo tuvo ese día «que firmar un acta en la que constaba que se llevaban las liebres muertas, pero hasta ahora no hemos tenido noticias». Para los cazadores el resultado de estas pruebas es «muy importante», puesto que están convencidos que coincidirá con el de las practicadas en Murcia. Por otro lado, en la reunión de ayer se informó que la Federación Regional de Caza «tiene constancia de que desde Medina del Campo a Alaejos también se han realizado análisis y se sabe que algunas han muerto por tularemia, pero otras nadie quiere decir de qué han muerto», añadiendo que «mucho nos tememos que ha sido por las mismas causas que en Toro». Los cazadores han querido, así mismo, dejar claro que «la culpa de lo sucedido con el veneno no es de los agricultores, sino de la Consejería de Agricultura, que no ha sabido poner freno a la plaga de topillos y ha dado veneno de forma indiscriminada». El toresano Luis Martínez también informó ayer que será la Federación Regional de Caza quien se encargue de «tramitar la solicitud de indemnizaciones a la Junta», las cuales se podrían concretar en forma de subvenciones o ayudas.