Hace tres años que el pintor toresano Carlos Adeva, aunque afincado desde hace no demasiado en la vecina Tordesillas, comenzó a reproducir la célebre lámina que el holandés Wyngaerde, más conocido popularmente como Antonio "el de las viñas", hizo sobre la ciudad de Toro en el siglo XVI. Desde entonces ha vendido ya más de 60 y la excelente acogida que han tenido le ha animado en este tiempo a realizar recreaciones de otras ciudades de Castilla y León.

El éxito obtenido le ha llevado, además, hasta Japón, donde en estos momentos sus láminas se están exponiendo en el recinto ferial de Motsukosi, de la ciudad de Tokyo, tras finalizar otra exposición en la galería Powerbio de la ciudad nipona de Meebashi. Ambas muestras han sido organizadas por la promotora cultural de Angel Gómez y la japonesa Chiho Onozuka, un matrimonio residente en Japón, que tuvo conocimiento del trabajo de Adeva durante la elaboración de un reportaje para un canal de televisión nipón sobre Castilla y León. Las láminas del pintor toresano fueron utilizadas para dar a conocer a los habitantes de ese país cómo eran las localidades castellanoleonesas en la época de la Edad Media.

La respuesta de los japoneses no ha podido ser mejor, pues se han vendido todos los ejemplares mostrados en las exposiciones y ha recibido más encargos. Dice Adeva que el gusto por «el detalle y la meticulosidad» es lo que ha logrado atraer la atención de los nipones, puesto que «en general, a los orientales les gusta mucho la miniatura».

En algunos de los dibujos del artista toresano se pueden llegar a ver incluso, «aunque hay que buscarlos con detenimiento», algunos personajes como el Quijote, como ocurre en la lámina que reproduce Alcalá de Henares, o el popular "Barandales" en la reproducción de Zamora. También ha introducido algunos elementos arquitectónicos más actuales, «para que se vea que algunas láminas no son copias de ejemplares antiguos, sino que son obra mía», como las torres Kío, en la de Madrid o las Tres Cruces, en la de Zamora.

Algunas ciudades, como ocurre con Toro, cuenta con dibujos originales que Adeva se encarga de reproducir, pero en la mayoría de los casos ha tenido que recrear la imagen de la localidad realizando un arduo trabajo de investigación. Es el caso de Simancas, Medina de Rioseco o Zamora.

Burgos, Segovia, Valladolid o Tordesillas son otras de las ciudades que ha recreado, siendo el último encargo que ha recibido el de la localidad de Villalar de los Comuneros, a la que pronto sumará la de Puebla de Sanabria.

El primer encargo que recibió fue la reproducción de la ciudad donde vive, Tordesillas y «poco a poco» ha ido teniendo «más demanda», hasta llegarse a plantear la posibilidad de editar un libro donde se recojan todas las localidades plasmadas en papel.

Los dibujos los realiza a base de Rotring calibrado, dando como resultado una serigrafía que es envejecida manualmente, lo que hace que cada lámina sea exclusiva, ya que, como explica Adeva, «el tratamiento que hago al papel lo hago de manera diferente en cada lámina, y eso llama mucho la atención».

Cada obra requiere un plazo de dos meses aproximadamente para su completa ejecución, aunque el precio no es elevado, entre 15 y 25 euros cada una, dependiendo del tamaño que tenga. La venta la realiza en la tienda que ha abierto en Tordesillas y en establecimientos de otras ciudades que han sido objeto de su arte, y cuenta orgulloso que sus láminas «han llegado a los cinco continentes, porque las he vendido a personas de todo el mundo».

Diez años de amor por el medievo

Hace ya diez años que Carlos Adeva, licenciado en Bellas Artes, cultiva el gusto por lo medieval. Precisamente los años que hace que se celebró en Toro la exitosa exposición que recogía reproducciones de los murales de Santa Clara que se encuentran en la iglesia de San Sebastián. «Es un período que a nivel pictórico no se trabaja casi nada y, sin embargo, a la gente le gusta mucho y a mí me va muy bien». Tanto que el público le sigue demandando la recreación de los citados murales y recibe encargos de reproducciones de tablas flamencas. En las exposiciones que se han celebrado en Japón ha incluido, además, láminas de personajes históricos medievales como Colón o las reinas Isabel y Juana, entre otros. Así mismo, ha elaborado una colección de más de 30 oficios medievales, entre los que se incluye el encargo realizado por la Asociación de Enólogos de Castilla y León, y en el año 2004 realizó una exposición en Valladolid sobre pintura gótica., aunque asegura que no ha abandonado «otro tipo de pintura más actual».