La versión infantil de la centenaria boda de Carnaval dio comienzo pasadas las 17,30 horas en el Ayuntamiento y contó con la participación de numerosos niños y niñas de diferentes edades, todos ellos ataviados de acuerdo con las costumbres castellanas. Los niños vestían capa y sombrero, y las niñas los trajes típicos de viuda rica y labradora, así como los trajes de boda negros, en el caso de la madrina de la novia.

Los novios de este año fueron Cristian de la Calle y Andrea Martín, de 12 y 11 años respectivamente, acompañados por su padrino Álvaro y su madrina Sara, quienes fueron protagonistas de la boda infantil de los Carnavales del pasado año. La novia vestía un traje de más de 70 años de antigüedad, heredado de su tatarabuela y restaurado par la ocasión. El traje del novio era también heredado de su primo, aunque en este caso es más reciente.

En el Ayuntamiento los novios fueron recibidos por la charanga y las autoridades, así como los niños y niñas participantes en la ceremonia y los amigos y familiares de éstos. La nevada seguía cayendo desde la mañana sin dar una tregua y había una gran cantidad de nieve acumulada. Por esta razón la concejal de Festejos, Francisca Hernández, decidió suspender el desfile por las calles de la ciudad lo que impidió el lucimiento total de los novios y de la comitiva. Pese a la suspensión del desfile, la misa y la merienda y baile posteriores se celebraron con éxito.

Tras la ceremonia, los participantes se hicieron la fotos en la escalinata del Ayuntamiento, como ya viene siendo costumbre. A continuación todos se dirigieron a la carpa municipal, instalada en la Glorieta, para la celebración del baile, amenizado por la charanga de "Los Peseteros". Los novios comenzaron a bailar el vals e inmediatamente después los demás participantes y asistentes a la ceremonia se unieron al baile, que poco a poco se fue animando, y donde se pudieron escuchar y bailar pasodobles como "Paquito Chocolatero", que gustó mucho a los asistentes.

Esta no es la primera vez que la pareja participa en la boda, ya que desde muy pequeños siempre han participado en el carnaval toresano y «lo han mamado», según confiesan los padres de los novios. En la boda infantil del carnaval pasado ya fueron los padrinos, por eso se animaron este año a casarse y admiten «estar muy contentos a pesar de que la nieve y el frío hayan impedido el desfile por las calles de Toro».

Para la ocasión los novios habían encargado unas coloridas invitaciones de boda, repartidas a amigos y familiares de la pareja, realizadas especialmente para la boda infantil por la Asociación Adfys.

Hoy a las 17 horas se celebra la gran Boda de carnaval, acto clave del Carnaval toresano y aunque en este caso es de adultos, muchos de los participantes en la boda infantil también participarán en la boda.

Recordar que esta tradición nació hace más de un siglo y es el acto principal del domingo gordo del Carnaval que comenzara en 1598.

Quienes asistan a la boda podrán degustar dulces y vino de Toro, pero deberán acudir ataviados de acuerdo a la costumbre.