María Reyes Tapia, propietaria de una mercería y "carnavalera": «Hay quien prefiere ahorrar en las telas de vestir, pero no en las de Carnaval»

-No mucho. Los que lo suelen hacer con más antelación son los que forman parte de grupos grandes, como las murgas. Lo normal es que la gente no se reúna para decidir qué disfraz van a llevar hasta que pasa la Navidad, salvo que el Carnaval caiga muy pronto, como ocurrió el pasado año.

-¿Se repiten muchos disfraces?

-Pues sí, últimamente se están repitiendo bastante, el año pasado coincidieron dos grupos y este año por lo menos hay tres.

-Cuando tiene conocimiento de que se va a repetir un disfraz, ¿suele avisarlo al comprador o tiene que guardar discreción?

-Si me dicen expresamente que no lo diga no lo hago, pero yo creo que es mejor avisarlo, porque si les digo que ese traje para el que me piden telas ya va a salir, a lo mejor prefieren pensar en otro. Este año lo he avisado, pero han preferido no cambiarlo.

-En torno a los disfraces siempre suele haber un gran secretismo para no eliminar el factor sorpresa durante los desfiles. ¿Esto se respeta o los clientes intentan averiguar qué otros disfraces van a salir?

-Normalmente no me preguntan, es algo que se respeta bastante.

-Y cuando van a comprar las telas para hacerse su propio disfraz, ¿prefieren ocultarte de qué van a ir?

-Es que a mí me tienen que dar alguna indicación; no es necesario que me digan exactamente de qué es el disfraz, pero tienen que indicarme lo que quieren hacer porque muchas veces no saben qué cantidad de tela van a necesitar y me piden a mí las medidas. A veces al final acaban diciéndote de qué van a ir, porque así yo llamo a los almacenes donde compro y les digo qué tipo de disfraz quieren hacer y ya sabiendo ellos de algún anuncio de TV, de algún cuento, etc, sobre lo que tienen en existencias me pueden decir lo que les puede ir.

-¿Qué tipo de telas son las que se solicitan más frecuentemente para confeccionar disfraces?

-Hay veces que me piden cosas que son imposibles de conseguir, yo les suelo decir que pregunto en el almacén y si lo hay lo traigo, aunque la verdad es que lo que mejor se venden son las telas más corrientes y lo que peor son las telas de fantasía que tienen dibujos propios de Carnaval. Lo que sí tiene en cuenta la mayoría es el frío que hace aquí, por eso casi siempre se buscan telas que abriguen; se venden muchos los peluches o los terciopelos, que son flojitos pero dan calor y, además, se pueden meter ropa de abrigo por dentro. Algunas murgas se fijan en trajes de los Carnavales de Cádiz o de Río de Janeiro pero los adaptan a este clima.

-¿Los componentes de las murgas son los que más se gastan en telas?

-Los trajes de las murgas salen caros no tanto por las telas sino porque llevan muchos accesorios que encarecen mucho, porque no buscan cualquier cosa.

-El que no tengan éxito las telas de fantasía ¿es un indicativo de que en Toro se opta más por la originalidad que por lo "prefabricado"?

-En general sí, aunque hay personas que se limitan a mirar las revistas de Carnaval que traen incluso los patrones de los disfraces; lo cierto es que esto a veces viene muy bien porque hay muchas personas que no saben coser y aunque pueden dárselo a alguien para que se lo haga, como para Carnavales todo vale, prefieren hacérselo ellas y entonces buscan algo que les sea más cómodo y fácil de hacer y buscan en revistas, además las revistas les dan ideas. Claro, luego está la gente que tiene sus ideas y vienen a pedirte telas muy concretas.

-La tienda bien puede ser un termómetro del ambiente carnavalero, ¿está muy alta la temperatura?

-Cada vez menos, pero yo creo que es por la falta de dinero, es que desde que cambiaron al euro está todo muy caro. La gente sigue teniendo la ilusión, lo que pasa que a la hora de comprar las telas sale caro, pero la verdad es que al final la gente se arregla como puede pero sale, porque el desfile siempre lleva la misma animación haga frío o haga calor.

-Pero siempre se ha dicho que a los toresanos no les ha importado invertir en disfraces porque tienen el sentimiento carnavalero muy arraigado.

-Sí, en realidad hay gente a la que les gusta mucho hacer el Carnaval y les da lo mismo por lo que les salga, es más, no se lo gastan en telas de vestir y se lo gastan en telas de Carnaval, aunque lo normal es que siempre se mire un poquito al menos y si se pueden gastar en una tela cinco no se gastan diez, pero esto, como digo, ocurre más últimamente, porque todo está mucho más caro y los sueldos no suben.

-¿Cuáles son los disfraces que resultan más caros de confeccionar?

-Normalmente los disfraces hechos con tela de peluche y de dibujos.

-¿Los Carnavales es la época del año en la que más telas vendes?

-Sí, es la época más fuerte del año.

-Este negocio te da la posibilidad de vivir más de cerca el ambiente carnavalero de la ciudad, pero es que además tú formas parte de uno de los grupos más conocidos y premiados, "Marujas con D.O.".

-Yo siempre he vivido el Carnaval porque mi marido es muy carnavalero, pero es de esos que les gusta ir a su aire y jamás a salido en un desfile, porque no le gusta que le impongan normas y los grupos y las murgas es lo que tienen. Mi hijo mayor, además, ha sido también del grupo "Los Peseteros" y el pequeño lo es ahora, porque este grupo tiene la norma de que sólo pueden formar parte familiares de los miembros y sólo a partir de que han hecho la Comunión; además yo soy de las "Marujas" desde hace siete años, desde que abrí la tienda.