DESAPARECIDA EN MALLORCA

La investigación de la desaparición de Malén vuelve al lugar de origen relacionado con uno de los primeros sospechosos

La búsqueda de este lunes está relacionada con un hombre que ya fue interrogado varias veces en 2014

Agentes de la Guardia Civil, durante el registro de la caseta del sospechoso en 2014.

Agentes de la Guardia Civil, durante el registro de la caseta del sospechoso en 2014. / B. RAMON

Xavier Peris

La última imagen que se tiene de Malén Ortiz la grabó la cámara de seguridad de un vivero de sa Porrasa en la tarde del 2 de diciembre de 2013. La adolescente había bajado del autobús y se dirigía en patinete hacia la casa de su novio. Este punto está muy cerca de una caseta que un anciano, residente en Palmanova, utilizaba como trastero. Y poco tiempo después de la desaparición de la joven, este hombre fue denunciado por acosar e insultar a unas chicas. Este incidente disparó todas las alarmas. El hombre fue interrogado por los agentes, pero fue muy complicado extraer un relato coherente, ya que parecía sufrir un trastorno mental. Su caseta fue inspeccionada al milímetro, también con perros adiestrados, sin que apareciera ningún indicio relevante.

Los investigadores de la Guardia Civil consideraban al anciano el principal sospechoso de la desaparición, pero la ausencia de evidencias impidió concretar una imputación contra él. El hombre, que había vivido una larga temporada en Estados Unidos, mezclaba sus recuerdos sobre su trabajo en la industria del cine, con relatos incoherentes sobre extraterrestres. El trastero y su domicilio fueron registrados, y se llegaron a utilizar perros especializados en localizar restos humanos. Todo ello sin resultado.

Ahora, nueve años después, el operativo realizado durante todo el día de ayer, y que previsiblemente continuará hoy, trata de seguir ese hilo. La parcela donde la Guardia Civil está realizaron una detenida inspección está muy cerca del trastero que utilizaba el hombre, y existe la posibilidad de que hubiera podido enterrar algo allí sin que le vieran.

A lo largo de estos nueve años la Guardia Civil ha realizado numerosas diligencias similares, el atestado has sido revisado una y otra vez desde el principio por distintos investigadores, pero por ahora sin éxito.