Asegura que tuvo que gastar todos los ahorros para evitar que cumpliesen sus macabras amenazas. Le atemorizaron hasta el punto de que acabó respondiendo a los extorsionadores que fuesen a por él, que estaría preparado para recibirlos. “Temí por mi vida de verdad: cada noche esperaba en una ventana con una carabina”, afirma este joven navarro afincado en Valdizarbe, una de las cuatro víctimas de la banda especializada en sextorsión que ha desmantelado recientemente la Guardia Civil de Navarra.

Su pesadilla comenzó a finales de 2021, cuando decidió acceder desde su teléfono móvil a una página web de contactos. “Intenté llamar a una chica, pero ni siquiera me cogió el teléfono. No concertamos ninguna cita”, explica. Sin embargo, a partir del día siguiente comenzó a recibir mensajes de WhatsApp y llamadas amenazantes. “Me decían que había causado problemas en el negocio, que no había acudido a una cita con una chica y que esto les había hecho perder dinero. Les dije que era mentira, pero les daba igual”.

Datos personales

Lo que más inquietó a este joven fue que “sabían datos personales míos: cómo me llamaba, dónde vivía... Y yo no se los había facilitado a nadie, porque no hablé con ninguna chica. Esto me preocupó mucho”, asegura. Mientras tanto, las amenazas se repetían. “Me decían que me iban a partir las piernas, que me enviarían a dos hombres que no hablaban, que sólo cobraban las deudas...”.

“De forma tonta e ingenua”, afirma, el joven accedió a pagarles la cantidad que le exigían para dejarle en paz. “La persona que me llamaba me decía que podía solucionarlo a cambio de 2.000 euros. Como estaba asustado de verdad, se los pagué”. El extorsionador le facilitó un número de cuenta bancaria y el denunciante realizó una transferencia bancaria por la cantidad requerida. 

Aunque admite que después de este primer pago se tranquilizó, rápidamente se reanudaron las llamadas. “Me volvieron a pedir más dinero, otros 2.000 euros. Y también se los pagué. Fueron 4.000 euros en total, pero temía por mi vida de verdad”, incide.

Denuncia ante la Guardia Civil

Al repetirse nuevamente las llamadas amenazantes, se plantó. “Había gastado todos mis ahorros y ya les dije que si querían venir a buscarme, que viniesen, que les estaría esperando. Cada noche me quedaba en una ventana con una carabina por si venía alguien a por mí”, recuerda. Fueron semanas de mucho “estrés y preocupación”, hasta que acudió a presentar una denuncia ante la Guardia Civil.

Al conocer las detenciones practicadas recientemente por el Instituto Armado, reconoce que “siento tranquilidad”. Asimismo, agradece “a la Guardia Civil que haya podido recuperar 700 euros del dinero pagado a los extorsionadores. No es todo el dinero que pagué, pero es algo. Nadie debería sufrir este tipo de estafas y extorsiones”, concluye.