Una mujer de 34 años, con una discapacidad del 66%, acusó este miércoles a su hermano de tener sexo con ella en domicilios familiares de Castellón y Almassora. Fue en el juicio celebrado en la Sección Primera de la Audiencia Provincial, con el procesado sentado en el banquillo para hacer frente a una pena de nueve años de prisión. 

"Se ponía muy pesado y no se iba hasta que lo hacíamos", dijo la víctima, que tiene una discapacidad intelectual desde su nacimiento. Con sus propias palabras, dijo que el procesado "se desnudaba y se ponía encima" de ella y confirmó que estos hechos sucedieron en varias ocasiones.

En una declaración escueta, el procesado negó estas acusaciones de abusos sexuales y dijo que "solo iba a visitarla a su casa".

Sin embargo, existe el testimonio de una familiar que sorprendió in fraganti a los dos hermanos en pleno acto sexual. La mujer depuso en el juicio y relató que el acusado merodeaba con frecuencia la casa de su hermana y que, en una ocasión, llegó a esperarla durante tres horas en la calle hasta que ella regresó a la vivienda.

"El día que los vi, ella me había dicho que se iba a comprar. Pasé por delante de la casa y me extrañó ver la moto de trabajo de él aparcada delante y las persianas de la casa bajadas, así que decidí entrar", explicó la testigo.

Al acceder al domicilio, según relató este miércoles a los magistrados de la Audiencia, encontró a los dos hermanos "sin ropa, manteniendo relaciones sexuales" y se quedó "en shock". "A él lo eché de la casa y llamé a mi nuera, que es hermana de ellos y tutora de la víctima, para que viniera inmediatamente", aseveró la mujer al tribunal.

La tutora de la mujer con discapacidad también depuso en el juicio oral. "Mi suegra estaba muy alterada después de lo que vio. Yo nunca había visto señales de que eso pudiera estar pasando. Mi hermana me reconoció que él se ponía pesado para que se acostaran y que ella, accedía", recordó.

En la vista también declaró, a petición de la defensa, otra hermana, quien apuntó a ciertos desencuentros familiares.

En el turno de los peritos, depusieron dos médicos forenses y un psicólogo del Instituto de Medicina Legal de Castellón. Tras su examen, concluyeron que la víctima "no tenía capacidad para consentir el sexo". Incidieron en que el examen de madurez daba «una puntuación muy baja, como de un adolescente» e incidieron en que la mujer tiene un "déficit intelectual" que la hace "inmadura", "sugestionable" y "manipulable".