Tiene seis años, es una Spaniel Bretón, se llama Thais y desde este lunes se ha convertido en un referente de la Unidad Canina de Policía Nacional. Su gesta, a la espera de la confirmación de ADN, la localización de Ignacio Palmero, desaparecido desde hace un año en Tenerife. Lo ha encontrado, además, en tiempo récord. 

Este lunes, nada más comenzar el dispositivo de búsqueda, en cuestión de minutos -los que utilizó hasta llegar al punto al que fue directa- su olfato implacable llevó a los agentes de la Policía Nacional hasta los restos del joven. Estaban en una pista forestal conocida popularmente como 'la Pista de Las Hiedras', en el Monte de Las Mercedes, zona en la que el pasado 16 de agosto dos chicos que volaban un dron hallaron sus pertenencias.

"Fue directa al punto según la soltaron", señalan fuentes cercanas al caso, "no tuvo duda, salió corriendo y marcó". Ágil, inteligente, perfectamente entrenada y con un olfato poderoso, no es la primera vez que participa en una batida, pero sí la primera que encuentra a una persona desaparecida.

Miguel Ángel Díaz, compañero y guía de Thais, junto a la perra policía.

Oler, rastrear, detectar y marcar. Es su ritual establecido. Su labor, su objetivo. Para ello entrena y vive. Miguel Ángel Díaz, policía experto en Búsqueda y Localización de Restos Humanos (R.E.H.U)  es su guía, su adiestrador, su sombra. El agente humano que camina, bate y vive con ella.

"Llegó a la unidad de pequeña, la acogí en casa cuando era una cachorrita y cuando cumplió el año empezó a trabajar", explica a CASO ABIERTO el policía, que lleva en la unidad de Guías Caninos de Policía Nacional desde 2008.

"Thais es una perra detectora de sustancias estupefacientes, armas y dinero y, aparte, localiza cadáveres", cuenta su guía

Perfectamente entrenada, su preparación es amplia, "trabaja para dos especialidades, es una perra detectora de sustancias estupefacientes, armas y dinero y, aparte, localiza cadáveres". Trabaja duro, y lo disfruta. "Todas las mañanas hace prácticas. Corre, juega. Trabaja jugando. Se lo pasa muy bien", afirma el agente.

Su físico, su agilidad, y su olfato la metieron en la unidad. Thais posee un centro de recepción de olores cuatro veces mayor que cualquier humano. Tiene unos diez mil receptores, frente a los 1.500 que tiene el hombre. Su pericia supera, también, a cualquier equipo de última generación del mejor forense.

Volaban un dron

Una semana antes de que Thais encontrara a Nacho, en el mismo monte, dos jóvenes vuelan su dron. La aeronave pierde el control y cae por la ladera. El terreno es escarpado, pero consiguen dar con ello. Lo recuperan. Cuando regresan topan con una mochila, un saco de dormir y varios botes de comida. No hay nadie. No hay nada más. "Hay una cartera", anuncia uno. Se acercan. "Hay un DNI".

Un día antes, CASO ABIERTO, portal de sucesos e investigación de Prensa Ibérica, daba voz a Lola Hijar. La mujer denunciaba que su hijo Nacho estaba desaparecido desde hace un año en Tenerife. Lo buscaba sin descanso desde el 14 de julio de 2021.

Los jóvenes del dron, al leer el nombre que rezaba la documentación, llamaron a SOS Desaparecidos: era de Nacho, Ignacio Palmero Hijar. Seguidamente, tal y como les recomendó la asociación, contaron su hallazgo a la Policía Nacional. La investigación giró por completo. Se programó una batida: medios humanos, aéreos y perros batirían el monte. Tenían que esperar la llegada de la Unidad Canina, con sede en Las Palmas de Gran Canaria, en la que trabaja Thais.

"Han localizado a Nacho"

"Lo han encontrado. Han localizado a Nacho". Lola confirmaba la peor de las noticias. Ante la previsión de la batida, la madre del joven voló desde La Palma -donde reside-, hasta Tenerife, "tengo que estar". El resultado llegó nada más arrancar el dispositivo. "Ha sido muy rápido todo", contaba rota de dolor.

Desde que se perdiera su pista, familiares, amigos y allegados de Nacho intentaron reconstruir sus pasos. Buscaban indicios, respuestas. No llegaron hasta este lunes, 22 de agosto. Las traería Thais.

El punto de partida lo dieron los jóvenes que volaban el dron, el punto final lo puso la agente canina. Nacho descansa. Thais ha aportado respuestas, aunque tristes, a su familia. Se ha ganado el premio, jugar con su pelota, con lo que su guía le compensa cuando hace bien su trabajo; se ha ganado con honores formar parte de la élite de la Unidad Canina de Búsqueda y Localización de Restos Humanos (R.E.H.U) de la Policía Nacional.

Thais, junto a su guía, claves en la búsqueda de Nacho en Tenerife.