El Juzgado de Instrucción 5 de Rubí (Barcelona) ha decretado prisión provisional comunicada y sin fianza para el conductor acusado de atropellar a ocho ciclistas en Castellbisbal (Barcelona) el domingo.

Los Mossos d'Esquadra recibieron el aviso del accidente en la carretera C-243c en Castellbisbal (Barcelona) sobre las 10.47 horas, cuando un turismo embistió a ocho ciclistas y se dio a la fuga.

A raíz del accidente, dos ciclistas de 66 y 72 años fallecieron, una persona resultó herida crítica, una herida menos grave, otra herida leve con alta médica 'in situ' y tres ilesas, y los agentes detuvieron al presunto autor de los hechos ese domingo por la noche.

En el auto, se desprende que el acusado "arrolló frontalmente a un grupo de ciclistas infringiendo gravemente las normas básicas de circulación", ya que circulaba a una velocidad superior a la prevista para el tipo de vía, con síntomas de encontrarse bajo los efectos de las drogas y sin permiso de conducir.

El investigado, sin ningún motivo aparente, invadió el carril contrario, por donde circulaban los ciclistas y colisionó con ellos, "sin realizar ninguna maniobra para evitar arrollar al pelotón", y la magistrada entiende que por las características de la vía y la hora de los hechos el acusado tuvo que percatarse de la presencia de los ciclistas.

El acusado reconoce ser el autor

La jueza explica que una testigo vio circular al investigado con "el coche reventado" minutos después del accidente, otros testigos vieron el coche y la huida, y la pareja del investigado, propietaria del vehículo, ha manifestado en dependencias policiales que la mañana de los hechos no tenía las llaves del coche en el bolso.

Asimismo, constan grabaciones de las cámaras de seguridad cerca del lugar de los hechos que sitúan el coche en el lugar y momento del accidente, y el investigado ha reconocido en sede judicial ser el conductor del vehículo implicado.

La jueza ha decretado prisión provisional por un presunto delito de conducción temeraria, dos delitos contra la vida, cuatro delitos contra la vida en grado de tentativa y conducción sin permiso, ya que ve "un riesgo de fuga a la vista de la propia naturaleza de los hechos" y un riesgo de reiteración delictiva por los antecedentes del investigado.