Uno de los okupas que durante meses se instalaron en la mansión del extenista alemán Boris Becker en Artà se enfrenta a una petición de tres años de prisión por atacar con un perro pitbull a un hombre que se había colado en la finca. La víctima sufrió diversas mordeduras y el acusado, además, le dio varias patadas y golpes con un palo. El okupa no se presentó al juicio y la jueza dictó una orden de busca y captura contra él. Dos compinches del perjudicado, que habían ido con él a la finca sin que se haya aclarado a qué, aceptaron pagar una multa de 180 euros por arrollar con un coche al okupa cuando huían.

Los hechos ocurrieron en la tarde del 3 de enero de 2019 en la finca Son Coll, propiedad de Boris Becker y donde en aquella época vivía un grupo de alemanes que se habían instalado allí sin permiso. Tres hombres entraron en la propiedad y, tras estar unos momentos dentro, se quedaron en la puerta.

En ese momento llegaron dos de los okupas y uno de ellos, Michael H., de 55 años, azuzó a su perro pitbull contra uno de los intrusos, según sostiene la fiscalía en su escrito de acusación. El animal propinó varios mordiscos a la víctima en el hombro, los brazos, las piernas y la espalda. Aprovechando que el perjudicado estaba en el suelo, Michael H. empezó a darla patadas y golpes en un palo.

Los dos hombres que iban con el afectado salieron en su defensa y golpearon al agresor y otro de los okupas. Acto seguido, montaron en el coche con el que habían ido a la finca, arrollaron a uno de sus rivales y escaparon del lugar.

El hombre que fue atacado por el pitbull tuvo que ser atendido en un hospital de por las graves lesiones sufridas, de las que tardó varios días en recuperarse y que le han dejado varias cicatrices como secuelas.

La fiscalía imputa a Michael H. un delito de lesiones con medio peligroso y reclama para él una condena de tres años de prisión así como una indemnización para la víctima de 2.250 euros. El acusado no se presentó al juicio, por lo que la jueza dictó una orden de búsqueda y detención.

En la causa fueron procesados los dos hombres que arrollaron con un coche al okupa de la finca de Boris Becker, uno de ellos un importante empresario de la zona de Magaluf y el otro con varios antecedentes por estafa y tráfico de drogas, por los que está encarcelado.

La fiscalía solicitaba para ellos sendas multas de 540 euros por un delito leve de lesiones. Sin embargo, antes de la celebración de la vista oral, sus abogados alcanzaron un acuerdo de conformidad con el ministerio público. Finalmente, ambos aceptaron una sanción de 180 euros y compensar al hombre al que atropellaron con 130 euros por las heridas que sufrió.