Este martes, el Ayuntamiento de Sant Quirze del Vallès ha vuelto a suplicar a la Generalitat el cierre de la macrodiscoteca Waka Sabadell. Un foco de agresiones que lleva años apareciendo en los medios de comunicación por sus episodios de violencia, racismo y machismo

Las cifras hablan por sí solas. En solo un año, Waka ha protagonizado 160 actuaciones policiales, 46 agresiones y 36 detenciones, tres de ellas por violación. La última de ellas se ha conocido este mismo martes, denunciada por una menor que habría sido agredida sexualmente dentro del mismo local, según han informado los Mossos d’Esquadra. Hace solo cuatro meses, la policía catalana detuvo a dos jóvenes por otra presunta violación a una joven, esta vez en los alrededores de la discoteca.

Más allá de las agresiones machistas, Waka Sabadell también se ha popularizado en los últimos años a causa de los supuestos comportamientos racistas y violentos por parte del personal. De hecho, estos episodios son de sobra conocidos por las personas que han frecuentado este establecimiento de ocio nocturno

La Generalitat quiso cerrarla en el 2019

Ya en el 2019, el entonces conseller de Trabajo y Asuntos Sociales, Chakir el Homrani, anunció que iba a denunciar a esta misma discoteca por otro caso de racismo, al no dejar entrar a un chico racializado. Por ahora, el lugar continúa abierto.

Ese mismo año, el personal de seguridad protagonizó otro episodio de violencia, esta vez física. A través de redes sociales, se hizo viral un vídeo en el que aparecían porteros de Waka agrediendo a un joven, en una paliza en la que llegaron a usar barras extensibles de metal, cuyo uso estaba prohibido para ellos.

Solo por añadir otra más a la lista, en noviembre del 2021 denunciaron una otra agresión a un joven colombiano por supuestos motivos racistas. En un vídeo difundido en redes sociales, se podía ver cómo los porteros propinaban puñetazos y patadas al chico delante del local, mientras otros dos perseguían a otro joven que huía de ellos corriendo.

Después de eso, el 5 de diciembre de 2021 un millar de jóvenes atacaron la discoteca para protestar contra su presunta política racista a la hora de hacer uso del derecho de admisión en el local. La noche terminó con una gran batalla campal en la que resultaron heridos leves un trabajador del local y dos agentes de policía.

En vista de todos estos sucesos, el Ayuntamiento de Sant Quirze -que no tiene competencias para cerrar el lugar- pide a la Generalitat que tome cartas en el asunto: “Nos preguntamos qué más tiene que pasar para que la autoridad competente actúe”, subrayan en un comunicado en el que piden que “de una vez por todas, se actúe con contundencia y determinación” para velar por la libertad y seguridad” de los y las jóvenes.