La Policía Nacional ha detenido a 40 personas por presuntamente estafar más de 240.000 euros a un operador de telefonía mediante el uso de tarjetas de crédito fraudulentas, con las que compraban y vendían teléfonos móviles.

Los detenidos, que operaban en Madrid, Barcelona, Sevilla, Huelva y Cádiz, empleaban tarjetas bancarias falsas adquiridas en la "deep web" para comprar dispositivos móviles a través de internet a la empresa de telefonía, que después revendían en plataformas de compraventas entre particulares, informa la Policía Nacional.

Para obtener un mayor beneficio de la adquisición de los móviles, los responsables de la organización crearon una empresa ficticia con cuentas vinculadas a las plataformas de compraventa, donde obtuvieron ventas por un valor superior a los dos millones de euros en los últimos 12 meses.

Los detenidos llegaron a utilizar 1.256 tarjetas de crédito o débito diferentes para cometer cerca de 200 compras fraudulentas a una misma empresa de telefonía, además de aproximadamente 1.800 operaciones frustradas.

Mediante esta estafa, el operador de telefonía entregó 109 dispositivos a los integrantes de la red criminal con un valor aproximado de 108.000 euros, si bien el perjuicio económico para la empresa ascendió a más de 240.000 euros.

La investigación comenzó hace aproximadamente un año, cuando la Policía Nacional comprobó la existencia de un grupo criminal jerarquizado y que se repartía las tareas.

Unos miembros se encargaban de la compra de las tarjetas de crédito fraudulentas y los dispositivos móviles, mientras otros se encargaban de conseguir personas de su entorno que se ocupasen de recoger físicamente los terminales de los establecimientos de la empresa telefónica.

Los agentes pudieron comprobar que, pese a que en un principio la actividad del grupo se limitaba a la ciudad de Madrid, a medida que los datos personales de los miembros eran identificados como fraudulentos o las tarjetas eran anuladas, ampliaron su actividad a otros puntos de España.

El operativo se completó con el registro de una vivienda del distrito madrileño de Villa de Vallecas, donde se intervinieron 55 móviles, tabletas, ordenadores portátiles y videoconsolas, además de 55.000 euros en efectivo ocultos entre los muebles de la vivienda.

Los 40 detenidos han pasado a disposición judicial como presuntos autores de delitos de estafa, pertenencia a organización criminal, usurpación de estado civil –por suplantar identidades de terceras personas para adquirir los dispositivos móviles– o fraude fiscal.