El grupo de Homicidios de la Policía Nacional ha asumido la investigación sobre la caída mortal del chico de 20 años fallecido en la madrugada de este miércoles, tal como ha adelantado en exclusiva Levante-EMV, tras precipitarse de espaldas desde más de tres metros de altura y golpearse la cabeza contra la escalera de la entrada peatonal al parking de Brujas, en la plaza del mismo nombre, junto al Mercado Central de València. El suceso se produjo a la 1.45 horas, cuando en la plaza había cientos de jóvenes de fiesta, disfrutando de la discomóvil ubicada al lado de la iglesia de los Santos Juanes.

Aunque todos los indicios apuntan a que el chico, que en primavera iba a cumplir los 21, cayó solo, sin la intervención de nadie, impactando de cabeza contra la escalera, la Jefatura Superior de Policía de València ha decidido poner el caso en manos de Homicidios para investigar cualquier posibilidad. En este sentido, los agentes tomarán declaración tanto al amigo del fallecido que estaba con él en ese momento, como a otros dos jóvenes que estaban cerca de ellos y que fueron testigos buena parte de lo sucedido.

Así mismo, buscarán si hay alguna cámara de seguridad en la zona que haya podido grabar el instante en el que se produjo el accidente o si hubo algún testigo más.

Estaban hablando

Según las primeras investigaciones, el amigo del joven fallecido, que estaba muy afectado y apenas podía hablar, declaró que ambos estaban sentados sobre el muro de cerramiento de la boca de entrada peatonal al parking, hablando, cuando en un momento determinado el chico cayó de espaldas al vacío. El amigo bajó corriendo para ver qué había pasado y, al ver que sangraba por la cabeza y no reaccionaba, llamó al 112 pidiendo ayuda urgente.

Los primeros en llegar fueron tres agentes de la Policía Local de València que estaban patrullando a pie esa zona, precisamente por la existencia de la discomóvil, que había congregado a una gran cantidad de jóvenes. Instantes después llegó un equipo médico del SAMU en una ambulancia de soporte vital avanzado (SVA), que realizó maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzada al chico durante más de media hora, sin resultado alguno, por lo que cerca de las 2.30 horas certificaron el fallecimiento.

Cientos de jóvenes en la discomóvil de la plaza de Brujas a la hora que sucedió el accidente.

Mientras, agentes de la Policía Nacional tuvieron que recurrir a la unidad de intervención policial (UIP), los antidisturbios, para poder despejar la zona y trazar un perímetro suficiente que permitiese trabajar a los sanitarios y a la Policía Científica, así como a los agentes que se entrevistaron con los testigos.

Una vez concluido el trabajo policial 'in situ', que en principio confirma la versión de los testigos, y llegado el juez de Instrucción número 1 de València, en funciones de guardia, junto con el forense, el magistrado autorizó sobre las 4.00 horas el levantamiento del cuerpo y su traslado al Instituto de Medicina Legal (IML) para practicarle la autopsia.

Se golpeó contra el último escalón

De las primeras investigaciones policiales se desprende que el chico estaba sentado en el pretil más próximo al Mercado Central y que la mala fortuna hizo que, cuando se precipitó de espaldas desde lo alto del murete, cayese de cabeza y se golpease contra el filo del último escalón del primer tramo de escaleras, provocándole la fractura del cráneo y la muerte de manera prácticamente instantánea.

Según relató el amigo, ambos jóvenes habían consumido alcohol, pero no en una gran cantidad, por lo que no está claro si ese hecho influyó en la caída o si simplemente el chico se precipitó al perder el equilibrio.