Prisión permanente revisable por asesinato agravado con violación. Más otros 15 años por haber cometido la agresión sexual con dos agravantes: haber utilizado violencia o intimidación con un trato especialmente vejatorio y/o degradante y haber empleado armas peligrosas y potencialmente mortales. Y, además, un delito de tenencia ilícita de armas al que le corresponden entre seis meses y un año más de prisión.

Es el resumen de los delitos que la familia de Wafaa Sebbah, la joven de 19 años asesinada el 17 de noviembre de 2019 en Carcaixent, imputa a su presunto verdugo, David S. O., alias El Tuvi. Así se lo ha desgranado al imputado el abogado de la acusación particular, el letrado Jesús Ruiz de Valbuena, quien además ha anunciado que solicitarán una importante indemnización para los dos hermanos menores de Wafaa y para sus padres, Soraya y Nabil.

Esos delitos se basan en las diligencias practicadas hasta ahora, donde se unen no solo el modus operandi de David S. O. con otras mujeres, sino también datos obtenidos de la autopsia, como que el sujetador de Wafaa estaba cortado por su parte delantera -acción habitual en agresiones sexuales- o que su cuerpo tenía señales claras de vejaciones, entre otras, más de media docena de impactos de balín -El Tuvi presumió varias veces de esa arma- que recibió antes de ser arrojada al pozo.

El letrado enumeró la letanía de delitos hablándole directamente al acusado, quien fue incapaz de sostener su mirada y acabó compungido, aunque no lloró.

La Fiscalía habla de homicidio

No es la única acusación formal que ha escuchado El Tuvi, que excarcelado este martes para celebrar la comparecencia de imputación de delitos en el Juzgado de Instrucción número 4 de Alzira, tal como adelantó Levante-EMV, diario perteneciente al mismo grupo editorial que este medio.

Así, la Fiscalía le persigue, de momento, por un delito de homicidio, acusación que podría elevarse a asesinato e incluir el delito sexual en cuanto llegue el informe definitivo de autopsia, aún pendiente desde junio pasado.

Su defensa, por su parte, niega su participación en el crimen, siguiendo la estrategia de David S. O. hasta hoy, ya que admitió haber tirado el cadáver al pozo de riego de Casa Vidalet, la propiedad familiar vendida por la madre a los diez meses del crimen, pero nunca el asesinato.

Tanto la acusación particular como la fiscal han solicitado nuevas pruebas testificales, sobre todo de amigos comunes de ambos, algunos de los cuales están bajo la sospecha de haber encubierto el asesinato de Wafaa.

La madre de David S.O., a su llegada a los juzgados de Alzira. Perales Iborra

Al término de esa comparecencia, el juez hizo pasar a declarar a la madre de El Tuvi, citada a petición de la acusación particular para explicar cuánto sabía del crimen antes de la detención de su hijo y si lo estuvo encubriendo, como se deduce de la venta del coche que usó para trasladarla, de la casa a cuyo pozo la arrojó o del psiquiatra particular al que lo acompañó cuando la Policía lo citó a declarar por otro asesinato, el de Isabell Raducanu, en Xàtiva.

El hijo: "No voy a decir nada"; la madre: "No voy a declarar"

Fue en ese momento cuando el juez, en un gesto de humanidad, permitió a María del Carmen O. abrazarse a su hijo, que se echó a llorar, aunque se mantuvo firme su actitud diciendo "no voy a decir nada".  

Tampoco habló la madre, quien sí lo había hecho ante la Guardia Civil en junio pasado, tras la detención de su hijo. Por esa razón, ni la fiscal ni el abogado de la familia pudieron plantearle las preguntas sobre si encubrió o no a David S. O., como apuntan las evidencias antes citadas. La mujer, que llegó al juzgado embozada con una capucha, unas gafas de sol negras y una mascarilla del mismo color para evitar a los medios de comunicación, se mostró llorosa y aseguró "no entender" por qué la habían citado, para a a continuación acogerse a su derecho a no declarar contra su hijo, de manera que la comparecencia acabó en poco más de media hora.