La Guardia Civil ha intervenido 25 perros en malas condiciones en una empresa de venta de animales domésticos en Palma. Las pesquisas han revelado que los canes vivían hacinados y alguno había muerto aplastado. Los agentes comprobaron que las instalaciones no reunían los requisitos sanitarios y han elaborado diversas denuncias por infringir la legislación. La operación se ha extendido a Cataluña y Canarias.

La investigación, bautizada como Operación Canicat, se ha centrado en las actividades de una empresa dedicada a la compraventa de perros. Los animales procedían de países del este de Europa y llegaban a un establecimiento situado en Mataró (Barcelona), desde donde se distribuían a Palma y Telde (Las Palmas).

Los guardias civiles han llevado a cabo inspecciones en los locales de esta sociedad, donde han comprobado que la situación de los animales no cumplía con los requisitos sanitarios oportunos. Han detectado situaciones de hacinamiento, que llegaron a provocar el fallecimiento de algún animal por aplastamiento, y condiciones de inseguridad para los mismos.

En el local de Palma decomisaron 25 animales que fueron depositados en las instalaciones del Centro Sanitario Municipal de Protección Animal de Son Reus. En el caso del establecimiento de Mataró se procedió a su cierre y precinto y se han interpuesto numerosas denuncias por incumplimientos de la normativa vigente en materia de bienestar animal.

La operación ha sido llevada a cabo por agentes pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Balears, que han contado con el apoyo de personal de la Inspección de Trabajo, así como inspectores del Servicio de Ganadería en Balears y de los servicios veterinarios y bienestar animal en el caso de Mataró, que han levantado sus correspondientes actas.