Noelia de Mingo volvió a explotar el 20 de septiembre y acuchilló a dos personas en un supermercado de El Molar (Madrid), su pueblo. Pero esta vez, según los indicios recogidos por CASO ABIERTO, el canal de investigación y sucesos de los diarios de Prensa Ibérica, el motivo de la "descompensación" de la esquizofrenia que sufre De Mingo no fue la falta de medicación, sino una noticia durísima que recibió poco antes del ataque.

Fuentes del caso explican que Noelia de Mingo fue diagnosticada de cáncer de mama y se le comunicó que ese tumor posiblemente se haya extendido por su cuerpo. Eso explicaría la frase que le dijo a las dos forenses que la entrevistaron en el hospital, tras ser detenida: "Me da igual todo, haced conmigo lo que queráis".

Las mismas fuentes indicaron que la doctora De Mingo, de 49 años, se negó desde entonces a someterse a más pruebas ni a tratamiento alguno después de que se le encontraran "unos nódulos en la mama con posible extensión del mismo". Y que continúa negándose ahora que está ingresada de nuevo en el centro psiquiátrico de Fontcalent (Alicante). "Ha empezado a comer y beber, pero mantiene que no va a tratarse del cáncer", aseguran a este medio.

Desencadenante

La hipótesis de que el diagnóstico de que padece otra enfermedad grave fuera el desencadenante del segundo ataque de Noelia de Mingo coge peso con los otros informes médicos, que son anteriores al suceso violento de hace dos meses.

Así, el 3 de septiembre, dos semanas antes del ataque, De Mingo acudió al hospital Infanta Sofía, donde, como cada mes, se le realizó un informe de seguimiento sobre la evolución de su esquizofrenia.

Ya entonces, el médico escribió: “Ha sido diagnosticada de cáncer de mama y se niega a recibir tratamiento para esta patología”. Y, añadía: “No se ve con fuerza para soportar el duro proceso diagnóstico y terapéutico que le esperaría” para luchar contra el cáncer.

Gran sufrimiento

La noticia de la nueva enfermedad tuvo que ser un mazazo para Noelia de Mingo. Tanto, que por primera vez en años, habló ante su médico de cómo se sentía: "Por primera vez en mi consulta informa del gran sufrimiento que vino experimentando desde que cometió los actos violentos por los que fue condenada (en el año 2003). Lleva todos estos años sintiendo un rechazo y un aislamiento social absoluto".

El forense que se entrevistaba con Noelia cada tres meses para controlar su evolución la entrevistó y realizó un informe, fechado el 29 de junio de este año. En ese documento no menciona el cáncer que padece (entonces aun no se le había detectado), y por contra señala su actitud "colaboradora" y que no presentaba entonces síntomas "psicóticos activos".

"Dispárame"

El atestado de la Guardia Civil sobre el incidente del 20 de septiembre también recoge la nueva enfermedad de De Mingo y su rechazo a someterse a más pruebas ni tratamiento contra el cáncer que padece. Incluso, que con el cuchillo en la mano y frente a un policía le dijo: "Mátame, dispárame". Luego, trató de acuchillarse antes de que la detuvieran.

Las dos médicas forenses que la examinaron tras el ataque inciden en que no ha querido tratarse del cáncer que se le diagnosticó "hace uno o dos meses" y que Noelia de Mingo "relata inapetencia por la vida" y presenta "una dejadez completa de su persona", así como posible riesgo de autolesionarse.

En cambio, las dos doctoras señalan que "no se han encontrado alteraciones que hablen a favor de encontrarse en una fase aguda de la enfermedad" (en alusión a la esquizofrenia paranoide que padece).

Primer ataque

Noelia de Mingo mató a tres personas e hirió a otras cuatro en la Fundación Jiménez Díaz donde trabajaba en Madrid, en el año 2003. Diagnosticada de esquizofrenia paranoide, fue condenada a 25 años de internamiento y recuperó la libertad en 2017. Desde entonces, ha cumplido a rajatabla todas las prescripciones médicas. De hecho, recibió la inyección mensual de su medicamento antipsicótico el 14 de septiembre, apenas seis días antes de que atacara a dos mujeres en un supermercado.

Ahora está de nuevo en el centro psiquiátrico de Fontcalent, donde cumplió su primera condena. A su llegada, comenzó negándose a comer y a beber y el juez autorizó el 1 de octubre a que la alimentaran por una sonda. También tuvieron que someterla a "sujeción mecánica temporal" para evitar sus resistencias.

"Intranquila, apática"

El último informe psiquiátrico realizado sobre ella apunta que su familia vio que desde que le detectaron el cáncer Noelia estaba "más intranquila y apática". En ese documento se explica que ahora De Mingo "se muestra amable con el personal y los funcionarios", pero sigue rechazando "cualquier contacto con los médicos”. Rechaza también someterse a ningún estudio sobre su nueva enfermedad, el cáncer.

El diario El Mundo, que adelantó parte del contenido del informe, reveló que De Mingo tuvo un incidente en el supermercado hace dos años cuando no se le aplicó un descuento por unos productos que había comprado, y que desde entonces no había vuelto allí. Fuentes del caso subrayan que es cierto, pero dan más relevancia a la posibilidad del cáncer como detonante del ataque por dos datos: Noelia intentó entrar antes en otro establecimiento, ya con el cuchillo en la mano, y una vez en el supermercado atacó primero a un hombre mayor llamado Mateo, que no trabaja allí. Fue cuando la dueña y luego una empleada se interpusieron cuando ella las atacó.