Acuchillado mortalmente en medio de una transitada avenida de Valencia, a plena luz del día, en hora punta, y tratando de escapar de su agresor mientras los vehículos esquivan a ambos como si nada estuviera ocurriendo. Así fue el crimen de Wilber de Jesús O. A., el joven 19 años y nacionalidad colombiana asesinado por el ex compañero sentimental de su novia tras ser atacado a traición, como así demuestran las grabaciones a las que ha tenido acceso Levante-EVM, mientras esperaba a su pareja a las puertas de un bingo de la avenida Peset Aleixandre el pasado 25 de septiembre.

La víctima, que falleció al día siguiente en el Hospital La Fe de Valencia como consecuencia de las graves lesiones sufridas, tal y como informó en exclusiva Levante-EMV, deambuló entre los coches mientras se desangraba tratando de que alguien le ayudara. Hasta una veintena de vehículos siguieron su marcha sin socorrerlo, y aquellos que estaban parados era porque el semáforo en rojo les impedía avanzar, pero ninguno de los ocupantes se apeó para prestar auxilio a un joven que se estaba literalmente «muriendo».

Tuvo que ser una ambulancia privada TNA (Transporte No Asistido), que estaba realizando un traslado de un paciente al Hospital 9 de Octubre, la que finalmente paró a socorrer al herido. Aunque prácticamente fue la propia víctima la que detuvo el vehículo medicalizado y se introdujo en la parte de atrás tras abrir la puerta.

Los técnicos en emergencias sanitarias, al ver la gravedad de las heridas sangrantes que presentaba el joven, le practicaron una primera atención, con la ayuda de dos enfermeros que estaban en las proximidades, y trataron de taponar la hemorragia más grave, en una arteria principal. Además la víctima tenía una segunda cuchillada en el tórax que le había afectado el pulmón derecho, según pudieron comprobar posteriormente los facultativos en el hospital, donde fue intervenido quirúrgicamente tras ser evacuado por un SAMU.

Su presunto homicida, Ever Jaison V. R., de 44 años y también colombiano, fue trasladado a este mismo centro hospitalario tras ser localizado en la calle Luis Crumiere con una herida por arma blanca en la pierna. No obstante, no consta que el fallecido portara arma alguna y en las grabaciones de las cámaras de tráfico y otros vídeos de algún testigo presencial se observa claramente cómo la víctima trata de escapar y únicamente se defiende a puñetazos y dándole una patada a su agresor cuando éste pierde el equilibrio.

Tras revisar la Policía Nacional las cámaras de tráfico, los agentes se percataron de que el sospechoso, al parecer, había tirado algo a los matorrales de la mediana de la citada avenida. Allí encontraron la supuesta arma del crimen, una navaja verde de pequeño tamaño con un dibujo de unas calaveras.

Comparecencia de jurado

Esta misma semana el acusado inicialmente de un delito de homicidio ha comparecido ante el juez que instruye el caso para su imputación formal en una causa que será juzgada por un jurado popular. La acusación particular, ejercida por el despacho Castillo Castrillón Abogados, mantiene que se trató de un ataque alevoso —posible asesinato— como así reflejan claramente las grabaciones, tanto de las cámaras de tráfico como de la videoseguridad en la entrada del bingo donde habían quedado Wilber y su novia —expareja del presunto homicida—. De hecho, en las mismas se ve como el detenido aligera el paso tras salir de la marquesina del autobús y aprovecha para esconderse detrás de un viandante que se dirige hacia el salón de juegos. Así, aprovechando que su víctima está distraído mirando el móvil, le ataca a traición y comienza la refriega, que se traslada a la calzada, donde Wilber trata de defenderse.