Durísima jornada la que este jueves se vivió en Peñíscola, donde a última hora del miércoles se derrumbó un edificio con 18 apartamentos en la urbanización Font Nova dejando varios desaparecidos, como informó Mediterráneo. Los equipos de emergencias consiguieron rescatar con vida al filo de la medianoche del miércoles a un joven de 26 años, vecino de Peñíscola, que permanece estable y evoluciona favorablemente en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Comarcal de Vinaròs y se vivieron momentos de emoción entre los bomberos del Consorcio Provincial de la Diputación y de la Generalitat, que no pudieron reprimir las lágrimas de esperanza tras horas de duro trabajo.

Sin embargo, la tragedia golpeó más fuerte que nunca poco antes de las 8.00 horas al encontrarse el cadáver de un menor de 15 años, natural de Morella. Únicamente pudo confirmarse su fallecimiento y hasta la zona se desplazó un furgón de los servicios fúnebres para proceder al levantamiento del cadáver. Aunque será la autopsia la que determine las causas del óbito, el alcalde de Peñíscola, Andrés Martínez, avanzó que el adolescente había aparecido «aplastado» bajo el edificio.

Tras la confirmación del hallazgo, se trasladó de inmediato a la zona un equipo psicosocial para atender a la familia del niño.

Hospital de campaña

Desde el puesto de mando avanzado, instalado en la unidad móvil de coordinación, las autoridades guiaron el operativo de rescate en el que se implicaron en cuerpo y alma no solo bomberos, sino policías locales de Peñíscola, guardas civiles, miembros de Protección Civil con la unidad canina. También los efectivos sanitarios juegan un papel clave en la emergencia y en la zona se instaló en la noche del miércoles un hospital de campaña, junto a ambulancias.

Un grupo de la aplicación móvil WhatsApp, en el que estaban incluidos todos los vecinos del inmueble, ha jugado un papel clave a la hora de localizar a los propietarios de los pisos afectados y determinar sus paraderos. Uno de los integrantes del chat facilitó los teléfonos a la Guardia Civil y así, los agentes, pudieron rastrear inquilino por inquilino y comprobar quién se encontraba bien y quién estaba desaparecido.

Durante la primera noche, 36 personas se alojaron en tres hoteles de Peñíscola, ofrecidos por la Asociación de Empresarios Turísticos de Peñíscola (Agretur) para colaborar con los afectados por la tragedia urbanística. Ayer, ese número se elevó a 38, según explicó a este diario el presidente del colectivo, Francisco Ribera. Tanto el alojamiento como la manutención de estas familias corre a cargo de los empresarios hoteleros. "Entre estas personas se encuentran familias enteras, como una de Francia de ocho miembros", apuntó el presidente.

El president de la Generalitat, Ximo Puig interrumpió sus vacaciones para acudir a Peñíscola y seguir el operativo sobre el terreno. Trasladó el pésame a las familias y agradeció el "enorme esfuerzo" del personal de emergencias. Explicó que, según los testigos, "hubo dos estruendos espaciados unos 15 minutos", lo que permitió a muchas personas de la fase 5 salir antes de que se desplomaran sus casas en esta urbanización compuesta por 55 viviendas, de las que se han caído 18.

El president, acompañado por la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Gloria Calero; la consellera de Interior, Gabriela Bravo y el secretario autonómico, José María Ángel, ofreció todo el apoyo de la Generalitat al Ayuntamiento de Peñíscola. 

Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, trasladó "toda la solidaridad y empatía" hacia los familiares de las dos víctimas mortales.