La Policía Nacional ha detenido en la zona norte de Granada capital a un varón de 48 años y nacionalidad española, quien cuenta con numerosas detenciones y antecedentes policiales, como presunto autor de un delito de malos tratos en el ámbito familiar, tras haber "agredido y amenazado con una navaja a sus padres y hermanos". Dicha persona ha ingresado en prisión como consecuencia de una reclamación judicial por no tener vigente el permiso de conducción.

Así lo ha indicado la Policía Nacional en una nota de prensa en relación con estos hechos, que tuvieron lugar sobre las 21,30 horas, momento en el que el 091 recibió una llamada que alertaba de una fuerte reyerta dentro de un domicilio. Tras personarse en la dirección indicada, los policías averiguaron, a través de una de las víctimas, madre del presunto agresor, de la existencia de "una serie de agresiones que se vienen repitiendo a lo largo del tiempo cometidas por su propio hijo hacia el resto de la familia, siendo la acaecida momentos antes la última de ellas".

Llegó al domicilio muy alterado

La madre, una mujer de 66 años, relató como sobre las 20,00 horas su hijo de 48 años, con el cual convivían, había regresado al domicilio "muy alterado". Instantes después, habría comenzado a agredir físicamente a sus padres para "expulsarlos del domicilio". El investigado habría retorcido el brazo de su progenitora "al mismo tiempo que la golpeaba y le arrancaba de un tirón los pendientes, amenazando a los presentes con una navaja".

Acto seguido, sirviéndose de la navaja y de varios platos que acababa de romper, se habría autolesionado en los brazos, abandonado el lugar sin decir hacia donde se dirigía. Los agentes de Policía Nacional, debido a la extrema gravedad de lo sucedido y la agresividad que habría mostrado el presunto autor, comenzaron su búsqueda por la ciudad, consiguiendo localizarle en las inmediaciones de otro inmueble, en la zona norte, perteneciente a la familia.

Dicha persona fue encontrada deambulando por la calle y supuestamente blandiendo la navaja con fines intimidatorios, "atrincherándose en el piso de la familia a continuación". Una vez en su interior, el presunto agresor habría continuado amenazando de muerte a los policías y a su familia. Tras una negociación los agentes lograron entrar al domicilio, deteniendo y desarmando al agresor, interviniendo además una papelina de cocaína que llevaba consigo. Una vez en dependencias policiales dicho individuo lesionó a un policía en la mano tras resistirse violentamente.

En el proceso de consulta de antecedentes los agentes comprobaron que al detenido le constaba una orden de ingreso en prisión vigente, por conducir habiendo agotado todos los puntos de la licencia de conducción, siendo finalmente ingresado en el centro penitenciario.