La Policía Nacional ha detenido en Madrid a una empleada de hogar que, cuando falleció por el coronavirus el anciano al que cuidaba, vació los más de 35.000 euros de su cuenta y utilizó su tarjeta bancaria en compras a través de internet.

La familia del anciano denunció a mediados del pasado mes de mayo de este año transacciones fraudulentas en la cuenta bancaria de su pariente, que había fallecido en marzo del 2020.

La denuncia se presentó tan tarde debido a que las cuentas del anciano estaban bloqueadas por los retrasos que se generaron por la situación de la pandemia, han informado a Efe fuentes policiales.

Las compras fraudulentas se hicieron entre los meses de marzo y septiembre de 2020, que fue cuando se agotaron los fondos. Los investigadores averiguaron que los cargos de la tarjeta procedían en su mayoría de compras en internet y que se habían adquirido todo tipo de enseres, mobiliario y comida a domicilio.

Las pesquisas apuntaron a una mujer española de origen ecuatoriano de 45 años que había atendido a esta persona durante un largo periodo de tiempo, lo que le facilitó el acceso a la tarjeta bancaria. Además, los agentes comprobaron que tanto los pedidos de comida como los productos comprados eran entregados en la vivienda de la investigada.

Por todo ello la mujer fue arrestada y reconoció los hechos en su declaración ante los investigadores del Grupo de Policía Judicial de la Comisaría del distrito madrileño de San Blas.

En el registro en su domicilio los policías encontraron en una habitación un total de 103 productos almacenados, incluyendo camas, televisores, patinetes eléctricos, electrodomésticos, ordenadores, joyas y teléfonos, entre otros enseres.

La detenida fue puesta a disposición de la autoridad judicial como presunta autora de un delito de estafa.