Un interno de la cárcel de Quatre Camins, en la Roca del Vallès (Barcelona), ha agredido sexualmente a una funcionaria, a la que abordó cuando se encontraba en un lavabo y la forzó para que le tocara los genitales, según ha denunciado el sindicato CSIF, ante lo que el preso ha sido trasladado de centro.

Tras esta presunta agresión sexual, la dirección general de Asuntos Penitenciarios de la Generalitat ha acordado el traslado urgente del interno por motivos de seguridad y le ha clasificado en primer grado, según han indicado a Efe fuentes de la Consellería de Justicia.

Además, la Generalitat ha ofrecido apoyo psicológico a la funcionaria, tanto por parte de la oficina de Atención a la Víctima como de una empresa especializada que ofrece un programa específico para agresiones a profesionales, según las fuentes.

Los hechos ocurrieron ayer por la mañana, cuando la víctima se encontraba en un lavabo exclusivo para funcionarios y dejó la puerta entreabierta porque no había luz, lo que fue aprovechado por un interno para acceder al interior de la estancia, según ha detallado CSIF en un comunicado.

La funcionaria recriminó al interno que hubiera entrado y le ordenó que saliera de inmediato, aunque el interno le cogió la mano y se la metió dentro de los pantalones, obligándola a tocarle los genitales, según el sindicato.

Según la versión de CSIF, la funcionaria se revolvió y logró sacar la mano del pantalón del preso, ante lo que este la cogió por los hombros para que le besara en la boca.

La funcionaria, que entró en un estado de pánico, consiguió que el preso saliera del baño, si bien el interno se volvió a acercar a ella y la invitó a su celda.

Tras estos hechos, Asuntos Penitenciarios ha elevado los informes correspondientes al juzgado de guardia para que investigue la supuesta comisión de un delito en el interior del centro penitenciario, en un proceso que se tramitará de forma independiente a la denuncia de la víctima ante la dirección de la cárcel. Según CSIF, este caso es una "prueba más" de que los funcionarios de prisiones son "agredidos habitualmente", por lo que ha lamentado que el "buenismo que pretende implantar la administración penitenciaria catalana" no vale para todos los casos, ya que entre los presos hay "personas muy peligrosas".

Para el sindicato, la política disciplinaria "laxa" que creen que la Generalitat está instaurando en las cárceles catalanas con los presos "conflictivos" ha provocado que la seguridad de los funcionarios e internos "esté en peligro", lo que se suma al "déficit endémico" de personal que dificulta poder garantizar la seguridad.

Por este motivo, CSIF ha exigido a los servicios penitenciarios de la Generalitat que actúen con "contundencia" ante situaciones "graves", que den protección jurídica a los funcionarios y que doten de más personal para garantizar la seguridad de los trabajadores públicos y de la población reclusa.