Una simple discusión vecinal por unos enseres que estaban en el portal, y que un vecino supuestamente conflictivo tiró de malos modos a la calle, fue el detonante que convirtió este jueves por la tarde una finca del valenciano barrio de La Esperanza-Virgen de los Desamparados en un escenario propio de una película de Tarantino. Las paredes salpicadas de sangre y sobre un suelo teñido de rojo, un hombre de 41 años y nacionalidad española yacía sin vida y con el cuerpo destrozado a machetazos en la entrada del número 3 de la calle Cotes de Valencia. Los presuntos autores de su muerte, tres hermanos —de 40, 38 y 27 años— fueron detenidos por la Policía Nacional en el lugar de los hechos

Un vecino que llevaba unas semanas en el edificio

Edgar T. G., que apenas llevaba un par de meses viviendo en una habitación alquilada en uno de los pisos de dicha finca, presentaba más de ocho heridas de gran tamaño causadas con un arma blanca tipo machete, al menos dos de ellas en la cabeza, mortales de necesidad. Así como en el abdomen, los brazos y el costado derecho.

Los hechos ocurrieron a las dos del la tarde de este jueves cuando, al parecer, uno de los detenidos y su madre recriminaron a su vecino que hubiera tirado a la calle los enseres que ellos habían dejado en el portal para cargarlos en su furgoneta. Los vecinos explican que esta familia se dedica a vender chatarra y antigüedades en los mercadillos de València y que solían dejar la mercancía en el rellano, pero que nunca hasta ahora habían tenido problema alguno con el vecindario salvo con esta persona.

Según aseguran fuentes vecinales, la víctima ya había protagonizado otros incidentes en la finca y solía increpar y hacer comentarios obscenos a las mujeres con las que se cruzaba. "Armaba siempre mucho escándalo, con la música, gritos, y cuando se cruzaba con la hija de uno de ellos, le decía cosas feas», argumenta Concha. Ahora, él está muerto y los hermanos «se han buscado la ruina", apunta otra vecina.

Así, el último incidente con los enseres que tiró a la calle, unido a los desencuentros previos que habían tenido con este mismo vecino, hizo que los tres hermanos acudieran a pedirle explicaciones armados con al menos dos machetes. En este punto las versiones son contradictorias y algunos sostienen que una de estas armas la portaba el propio fallecido. "Han actuado en defensa propia, a uno también se lo han llevado herido"", indicó Diego, conocido de la familia.

"Se han buscado la ruina", sollozaba abrazada a su tía la hija del mayor de los hermanos detenidos como presuntos autores del homicidio. "Mi hijo iba a bajar a decirle algo la otra noche a las tres de la mañana porque no paraba de pegar golpes en la pared, pero le dije que no fuera, que es muy agresivo", explica Heidi, quien también describe al fallecido como conflictivo y como alguien que trataba mal a las mujeres.

El Juzgado de Instrucción número 19 de València autorizó el levantamiento del cadáver pasadas las 16.30 horas. Asimismo, agentes de la policía científica realizaron una minuciosa inspección ocular en el lugar y el grupo de Homicidios se hizo cargo de los tres detenidos para esclarecer las circunstancias del crimen y el grado de implicación exacta de cada uno de los hermanos, antes de ponerlos a disposición judicial.