El sonido de la radio retumbó incesante durante tres días en el patio de luces de un céntrico edificio de Valencia como si de una señal de alarma se tratase. Las emisiones salían del domicilio de una pareja de ancianos a los que hacía días que no se veía pasear. A las 19 horas del pasado jueves, unos gritos de auxilio pusieron fin a las sospechas. La moradora de esta vivienda de la calle Julio Antonio, perpendicular a Bailén, pedía ayuda a gritos.

El vecino de la puerta contigua alertó a emergencias al escuchar las voces. Varios efectivos de Bomberos de Valencia y patrullas de la Policía Local de València se desplazaron hasta el edificio y accedieron al interior de la vivienda. Hasta este céntrico punto de la capital de Túria acudió también un indicativo del Cuerpo Nacional de Policía.

Al entrar, los bomberos encontraron a una mujer de avanzada edad y con discapacidad que permanecía tumbada y consciente en su cama. Junto a esta yacía el cadáver de un hombre que había muerto recientemente.

El estado de gran dependencia de la mujer impidió que esta reclamase ayuda con mayor celeridad, por lo que tuvo que permanecer durante horas acompañada por el cuerpo sin vida de su compañero y cuidador. La mujer recibió la asistencia de un equipo del SAUS (servicio de atención a urgencias sociales) que interviene en casos de emergencia social. Los profesionales del SAUS aconsejaron el traslado de la mujer dependiente a una residencia para que pueda ser atendida por profesionales.

Mientras se realizan los pertinentes trámites para la admisión de la mujer en un centro residencial, permanece ingresada bajo control y asistencia médica en un hospital de la ciudad. Se da la circunstancia de que la pareja convivía con su mascota, Jacky, un perro que fue recogido por la protectora Modepran. El refugio busca ahora una familia de acogida para este can de ocho años.