Se cumplen 37 días desde que Anna y Olivia, las menores desaparecidas en Tenerife el pasado 27 de abril, fueron vistas por última vez. Las autoridades no cesan en la búsqueda de las niñas y el padre de éstas, Tomás Gimeno, quien las secuestró hace más de un mes. Su madre, Beatriz Zimmerman, desde entonces, no descansa.

A pesar de ello, la progenitora se mantiene firme y con esperanza de volver a ver a sus pequeñas. Como viene haciendo desde entonces ha vuelto a compartir un vídeo de las menores, acompañada de una canción que se ha convertido “en un mantra” que repite “cada día”.

La canción de la artista lanzaroteña Rosana, 'Sin miedo', se ha convertido para la madre “casi en un himno”. “Es un mantra que me repito cada día para levantarme, para seguir luchando para esperar por Anna y Olivia. Para esperar que pronto estemos juntas", confiesa en las redes sociales. "Siempre fue mi canción favorita y siempre me recordará a Anna y Olivia. Las quiero mucho mis niñas. Estén donde estén lo único que pido es que vuelvan a casa", añadió.

En el transcurso de la mañana de este lunes, Beatriz Zimmerman divulgó otra carta dirigida a sus hijas, en especial a la mayor, Olivia. En la misma, reconoce que perdió a un hijo cuando tenía ocho meses de embarazo. En un párrafo de la misiva, la madre de las pequeñas manifiesta dirigiéndose a Olivia: «Esperamos a Anna con unas ganas inmensas después del palo de haber perdido a tu hermanito con ocho meses de embarazo... Una experiencia muy dura y difícil que sobrellevaste de una manera increíble...”.

Zimmermann autorizó a Joaquín Amills para que explicara que la pérdida de ese niño ocurrió en agosto del año 2018. La situación estuvo relacionada supuestamente con un problema de corazón en el nonato. La confirmación del fallecimiento se produjo cuando ya la familia había planeado llamar al futuro bebé Tomy, al igual que su padre. Más de un año después de este desagradable episodio, nació Anna. El representante de la ONG SOSDesaparecidos manifestó que Olivia interpretó el nacimiento de su hermana pequeña como una especie de reencarnación del bebé que no llegó a ver la luz. Días después de la desaparición, la jueza instructora del caso decretó el secreto de sumario sobre las actuaciones y emitió una orden internacional de búsqueda contra Tomás Gimeno, de 37 años, por un delito de secuestro de sus hijas, después de que las recogiera en la tarde del 27 de abril y no las devolviera a las 21.00 horas, como tenía acordado con su madre de forma verbal. Hoy se cumplen 35 días desde que Beatriz Zimmermann, vecina de Radazul, vio a sus hijas por última vez. Mantiene la esperanza y el deseo de verlas, pero cada vez, como es lógico, le resulta más difícil soportar la situación. Admite que solo las necesidades que puedan tener ambas pequeñas la hacen seguir en pie.