La Guardia Civil investiga las circunstancias que rodean la muerte de un hombre de 58 años hallado sin vida y devorado parcialmente por una decena de perros con los que convivía en una casa a las afueras de Museros, en Valencia. Aunque no hay indicios de criminalidad, la escena tan dantesca que se encontraron los servicios de emergencia al acceder al inmueble sobrecogió a los agentes y bomberos desplazados al lugar de los hechos.

Al parecer, la muerte se habría producido hace varias semanas, tiempo en el que, según relataron los vecinos de los edificios colindantes, no habían visto a esta persona. Respecto a los animales, éstos indicaron que sabían que tenía un perro de raza peligrosa, un pitbull, pero desconocían que tuviera más canes en la casa.

Fue un familiar del fallecido quien dio el aviso tras hallar la terrorífica escena el pasado lunes al mediodía al acudir al inmueble preocupado porque llevaba tiempo sin saber sobre su estado. Al abrir la puerta encontró el cadáver mutilado de esta persona, al que se habían empezado a comer sus propios canes movidos por el hambre. Rápidamente acudieron al lugar agentes de la Policía Local, de la Guardia Civil y una dotación de Bomberos del Consorcio. Tras tranquilizar al familiar del fallecido, se dio traslado al juzgado de guardia para que la comisión judicial autorizara el levantamiento del cadáver.

Los restos humanos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de València, donde este martes se le realizó la pertinente autopsia. Pese a tratarse de una muerte violenta no se hallaron indicios de criminalidad y los forenses establecieron que el fallecimiento se produjo antes de que los canes empezaran a morder a su dueño.

Casos precedentes

Este caso recuerda a otros sucesos ocurridos en la provincia en los últimos años. El pasado 17 de noviembre otro hombre fue hallado sin vida en el jardín de su casa de campo de Sagunt con signos de que sus perros le habían atacado y herido tanto en las manos como en los pies.

De igual modo, en 2008 un joven de 25 años fue devorado por sus dos perros en un piso de alquiler de València. Lo que quedaba de su cuerpo fue hallado dos meses después de su muerte junto a los dos canes, también fallecidos de sed a las pocas semanas. Asimismo, en Nules (Castelló) en julio 2018 fue localizado en estado de descomposición el cadáver de un hombre con signos de haber sido devorado por sus perros.

Por otra parte, la Guardia Civil localizó ayer por la mañana en Aldaia el cuerpo sin vida de un hombre que llevaba desaparecido desde el lunes por la mañana cuando salió a coger espárragos por las proximidades del centro comercial de Bonaire.

El helicóptero del Instituto Armado divisó su cuerpo tras dar una batida por la zona en la que una patrulla lo había visto caminar el día anterior. Todo indica que la muerte se produjo por causas accidentales tras desorientarse el anciano, aunque será la autopsia la que aclare la causa exacta del fallecimiento.