El hombre con discapacidad que denunció a siete personas por secuestrarlo y torturarlo durante dos días en Manacor en un supuesto concurso había organizado ya varias pruebas similares. La víctima captaba a personas a través de las redes sociales para que lo sometieran a todo tipo de vejaciones como las que sufrió el pasado fin de semana. Ofrecía importantes cantidades de dinero a los participantes si aceptaban llevar a cabo estas prácticas "Si no tenéis piedad ganáis más puntos", explicaba en uno de los grupos de WhatsApp creados. El hombre aportaba incluso un contrato que debían firmar los aspirantes en el que detallaba las pruebas, varias de ellas idénticas a las que sufrió en Manacor.

En los últimos meses, la víctima había contactado con numerosas personas para llevar a cabo un reto que él mismo anunciaba como 'Cambia mi look o destrózalo'. Su oferta consistía en hacerle pasar por una serie de pruebas, como tatuarle penes en la cara, hacerle comer heces o introducirle ropa interior usada en la boca. Si los participantes las llevaban a cabo, ganaban puntos y si se echaban atrás eran penalizados. En función de la puntuación obtenida se comprometía a pagarles diferentes premios. "Va a ser un concurso en plan secuestro. Será 'gore' cien por cien. Yo aguanto todo", anunció. Incluso remitió un contrato a los interesados en los que detallaba las pruebas, varias de ellas de tipo vejatorio.

Imagen del chat 'Cambio de look' creado por la víctima.

El denunciante, que padece un retraso cognitivo leve, fue sometido ayer a un reconocimiento por parte del médico forense. El especialista determinó que tiene capacidad para consentir las prácticas masoquistas vividas el pasado fin de semana. Sin embargo, considera que pudo tener dificultades para poner fin de manera clara e inequívoca al concurso que él mismo había organizado. Las fuentes jurídicas consultadas señalan que en el proceso judicial será determinante aclarar si los sospechosos conocían la discapacidad que padece el hombre y si se valieron de ella para someterla a actos contra su voluntad.

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En su declaración ante el juez, el denunciante señaló que había denunciado los hechos por no poder cumplir con los pagos prometidos a los ahora detenidos. Al parecer, habría recibido amenazas tras revelar que no iba a poder dar el dinero anunciado. Los sospechosos le habían cosido los dedos de los pies con hilo y agujas, le tatuaron penes en la cara y un sujetador en el pecho, le sellaron los labios con pegamento ultrafuerte, entre otras prácticas. Según declaró, todas estas prácticas fueron consentidas por él mismo.

Los siete acusados quedaron en libertad ayer por la tarde tras comparecer ante el juez de guardia de Manacor. La fiscalía no había solicitado su ingreso en prisión y el magistrado les ha retirado el pasaporte, les ha prohibido salir de España y les ha impuesto una orden de alejamiento de la víctima como medida cautelar.