Alrededor de 70 adolescentes el sábado y más de 150 el domingo. Es la nueva batalla campal que la Guardia Civil ha conseguido abortar, esta vez en Paiporta, después de una quedada a través de las redes sociales que tenía como fin una pelea multitudinaria entre dos supuestos bandos: los vestidos de rojo y los de negro.

Al final, varios de los congregados se llevaron con ellos denuncias tanto por vulnerar las medidas anticovid como por desobediencia, ya que algunos recibieron con actitud chulesca a los guardias civiles que los disolvieron. Con esta, ya son cerca de una decena las 'campales' -así se denominan en los directos de Instagram que usan para retarse- las abortadas por la fuerzas de seguridad en Valencia y otros municipios próximos al cap i casal en los últimos dos meses.

La primera de las dos se produjo sobre las 19.30 horas del sábado, cuando numerosos jóvenes se congregaron en las afueras de un supermercado y una hamburguesería de Paiporta, junto a la autovía CV-400. La Guardia Civil de Paiporta envió al lugar numerosas patrullas después de recibir una multitud de llamadas de vecinos y clientes de ambos negocios, informando de que había mucha personas aglomeradas y sin guardar las distancias entre ellos.

Al parecer, los primeros rifirrafes se habían producido en el exterior, y varios adolescentes salieron corriendo y buscaron refugio dentro del supermercado, hasta donde fueron perseguidos por los oponentes, hasta el punto de que las agresiones continuaron en el interior, lo que obligó al vigilante a echarlos del establecimiento.

De hecho, cuando llegó la Guardia Civil, se encontraron con el grupo atacante en el parking del supermercado, esperando a que salieron los del bando contrario.

Los agentes los disolvieron e impusieron las primeras sanciones. Esa primera pelea se produjo horas después de que el conserje del cementerio nuevo de Paiporta detectase el ataque sufrido esa madrugada que terminó con 41 nichos dañados, 24 de ellos, profanados, nueve ataúdes destapados y cuatro de los sudarios tirados sobre el suelo del camposanto.

Proximidad espacio-temporal

Aunque no hay evidencias claras de ello, la Guardia Civil investiga si la quedada para la 'campal' puede guardar alguna relación con el brutal asalto al cementerio, dada la proximidad espacial y temporal de ambos sucesos y a que quienes accedieron al camposanto eran de escasa envergadura -se colaron durante la madrugada del sábado por un hueco de 30 centímetros de ancho-, lo que casaría con que la mayoría de los implicados en la quedada multitudinaria fueran menores de edad.

El domingo, las llamadas vecinales volvieron a inundar la centralita de la Guardia Civil. Ese día, el número de congregados había aumentado hasta los 150. Como en las ocasiones anteriores -ha habido 'campales' y conatos de ellas en Valencia, Xirivella, Paterna (2), Mislata y l'Eliana-, habían vuelto a retarse a través de Instagram y la actuación policial evitó que lograran su objetivo.