Tras 29 días de infructuosa búsqueda, este sábado ha sido localizado por fin el cuerpo del Virgilio García, el operario de carreteras sepultado por la nieve el día de Año Nuevo en el puerto asturiano de San Isidro, arrastrado por un alud junto a otro compañero y la máquina quitanieves con la que trabajaban el día del fatal suceso.

Según fuentes cercanas a los equipos, el hallazgo se ha producido a las once de la mañana. A la zona se han desplazados agentes del Greim en calidad de Policía Judicial para llevar a cabo el levantamiento del cadáver. Un hermano del fallecido se ha acercado además para identificar el cuerpo. "Por fin", indicaron fuentes cercanas a la familia. Y es que este sábado se cumplían treinta días desde que se produjo la mortal avalancha de Año Nuevo.

Los especialistas del Servicio de Montaña de la Guardia Civil con su unidad canina y guías caninos del cuerpo, el personal del Grupo de Rescate del SEPA (Servicio de Emergencias del Principado de Asturias) y Bomberos de Asturias han encontrado el cadáver de Virgilio García precisamente en el entorno de la máquina con la que operaba en el momento del alud y con la que habría sido arrollado varios cientos de metros.

En los últimos días la búsqueda se había entrado precisamente en esas proximidades, tras descartarse que hubiera quedado más cerca de la carretera, en la que denominaron zona 1 de la intervención de búsqueda. En las jornadas del jueves y el viernes los equipos de rescate trabajaban para derretir una capa de nieve con un espesor de entre seis y ocho metros, utilizando para ello un nebulizador, que provoca una fina lluvia sobre el manto, así como desviando agua de un arroyo hacia la zona de la avalancha con cubos de desescombro. Precisamente el jueves se había localizado la cabina de máquina fresadora, que permanecía sepultada, aunque el operario no estaba dentro.

Los trabajos de rastreo en estas semanas se había dividido en varias zonas de búsqueda. Una zona 1 más próxima a la carretera; en la zona 2 o intermedia lograron localizar la cabina de la máquina fresadora, en la que, tras un intenso trabajo de sondeo y paleo lograron liberarla de la nieve que la cubría y verificaron que no hubiese nadie en su interior. En la zona 3, por su parte, continuaron retirando nieve y haciendo una pista con la retroexcavadora para poder acceder con maquinaria, pero llegó un punto en que no pudieron continuar por las condiciones del terreno. Precisamente en esta zona hay acumulaciones de nieve de entre cuatro y seis metros que es imposible retirar manualmente. Por ello, están tratando de canalizar agua en la zona para bajar su volumen.

Según integrantes del dispositivo, durante la jornada de este viernes se despejó de nieve un amplia zona, aunque no se había dado con el operario desaparecido. Y es que fueron cientos las toneladas de nieve que se precipitaron sobre la carretera desde las laderas del Pico Torres.

El alud en San Isidro le costó la vida a Virgilio García y a su compañero, el gijonés César Fernández Ordóñez, de 53 años.