El riesgo de aludes y las malas condiciones meteorológicas dificultan las labores de búsqueda del segundo de los operarios sepultados por una avalancha de nieve en Asturias cuando trabajaban en la limpieza del puerto de San Isidro (AS-253) que sigue sin ser localizado después de que el cadáver de su compañero fuera rescatado la pasada madrugada.

A la zona se han desplazado hasta 80 miembros de los servicios de Emergencias, de la Guardia Civil y del Ejército que, tras el hallazgo anoche del cuerpo de César Fernández, de 53 años, han continuado buscando este sábado a Virgilio García, de 61, en unas condiciones muy peligrosas para su integridad ante la posibilidad de nuevas avalanchas de nieve en la zona.

El operativo, dirigido desde el puesto de mando instalado en la localidad de Felechosa, retomó la búsqueda a primera hora de la mañana tras constatar las dificultades que presentaba el terreno y pudo localizar al mediodía, partida en varios trozos, los restos de la máquina limpiadora utilizada por los trabajadores, a los que el alud sorprendió fuera de ella cuando desatascaban su chimenea.

La fresadora había sido arrastrada por el alud a través de una canal a más de 200 metros del trazado de la carretera por la que circulaba, en la que la nieve llegó a alcanzar un espesor de cinco metros, a la altura de Riofrío, a cuatro kilómetros de la cima del puerto (1.520 metros).

El empeoramiento de las condiciones metereológicas, que mantienen a Asturias en aviso amarillo por nevadas a partir de los 300 metros con espesores de hasta 15 centímetros, obligó a abandonar la búsqueda por tierra tras localizar la quitanieves sin que tampoco permitieran la utilización de drones como estaba previsto antes de que anocheciera.

Según el jefe supervisor de Bomberos del Principado, Eduardo Rubio, la ladera sobre la que siguió deslizándose el alud tras superar la calzada de la carretera es "un área muy extensa" con un manto nivoso de gran espesor y escasa estabilidad, lo que podría generar una nueva avalancha en una zona en la que los rescatadores no contarían con ninguna escapatoria.

"Están trabajando grupos muy especializados en montaña pero las condiciones siguen siendo muy complicadas", ha subrayado respecto a las dificultades de la búsqueda en una carretera sobre la que una investigación de la Universidad de Oviedo ya advertía del elevado riesgo de aludes y señalizaba hasta diez tramos de vía con un elevado peligro al carecer de medidas de protección.

"El tiempo en la zona es infernal y eso ralentiza mucho las labores de rescate por parte de unos profesionales con amplia experiencia en situaciones límite. Tenemos que ser conscientes de que las labores deben realizarse en unas mínimas condiciones de seguridad", ha apuntado el jefe del Ejecutivo asturiano, Adrián Barbón, a través de las redes sociales, en las que también ha mostrado sus condolencias el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Los trabajadores de la Consejería de Infraestructuras realizaban labores ordinarias de mantenimiento de la carretera, que ayer permanecía cerrada al tráfico por las intensas nevadas pese a lo cual al menos dos vehículos -uno de ellos con un bebé a bordo- se habían quedado atrapados en la subida tras refugiarse bajo una de las viseras antialudes de la vía.

Además, el conductor de una furgoneta, que fue el último en ver a los operarios de la quitanieves, resultó herido y evacuado a León tras ser arrastrado por el alud cuando se encontraba fuera de su vehículo, que circulaba detrás de la fresadora.

En la zona han trabajado siete miembros de Bomberos del SEPA, cuatro guías con otros tantos perros de la Unidad Canina de Rescate del Principado y dos pelotones con 25 personas cada uno de la Unidad Militar de Emergencias además de un grupo especial de montaña, otro cinológico con cinco perros, una cuña y un vehículo oruga.

La Guardia Civil ha desplazado a catorce agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña a colaborar en un operativo en el que también participan trece personas y seis máquinas del área de Infraestructuras del Principado así como otra quitanieves y servicios médicos de la Diputación de León y psicólogos de la Cruz Roja.

Un informe alertaba del riesgo de aludes

Un informe elaborado el año pasado por investigadores del Observatorio del Territorio del Departamento de Geografía de la Universidad de Oviedo advertía del elevado riesgo de aludes de nieve en el Puerto de San Isidro y de la vulnerabilidad de la carretera AS-253 que asciende al puerto, en la que detectaba diez tramos de vía con un elevado peligro.

Dicha vía, que une Asturias con León y permite acceder a las estaciones de esquí de Fuentes de Invierno y San Isidro, lo que genera un elevado tráfico de vehículos en la temporada invernal, fue el escenario del accidente sufrido ayer.

El informe, del que son autores los investigadores Miguel Ángel Poblete, Salvador Beato y José Luis Marino, identificaba 63 zonas de avalanchas de nieve de las que 24 afectaban al trazado de la vía en la que identificaba diez tramos con un elevado grado de riesgo de aludes al carecer de medidas de protección, por lo que urgía la inmediata ejecución de acciones preventivas".

Así, el estudio consideraba necesario abordar "lo antes posible" la implantación de más hileras de barreras flexibles en las zonas de aludes desprotegidas por completo que se sumasen a las ya existentes a lo largo del trazado de la AS-253.