El temporal Bella terminó este domingo de derribar el antiguo cine Patagonia de Miranda (Avilés): alrededor de las cinco de la tarde, una fuerte racha de viento hizo caer lo que quedaba en pie del inmueble, donde está previsto construir doce viviendas y una superficie comercial. Antes que el viento fueron las palas de obra, en el pasado mandato, las que "mordieron" este cine que abrió sus puertas un 25 de diciembre de 1957 con la proyección de 'Mervin LeRoy'.

El derribo, entonces, de la sala de proyecciones estuvo envuelto en cierta polémica a cuenta de si el edificio estaba o no catalogado. Ahora el temporal ha convertido el terreno en solar. El suceso ocurrió en un abrir y cerrar de ojos y la impactante caída de cascotes causó importantes daños en tres vehículos estacionados en las inmediaciones del antiguo cine, en el centro de Miranda. Por fortuna, no hubo que lamentar daños personales. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron agentes de la Policía Local de Avilés.

El fuerte viento también está detrás de pequeñas incidencias en la comarca. En Avilés, por ejemplo, se cerraron por precaución los parques de Ferrera y La Magdalena y se suspendió temporalmente la actividad navideña en la pista de La Exposición y en la plaza de Camposagrado. También fue talado un árbol en Bao, por peligro de caída.

Asimismo, en la calle de La Cámara, confluencia con Doctor Graíño, se balizó el edificio del BBVA, andamiado, y se acordonó el perímetro del antiguo café Colón, en la calle la Muralla, por desprendimientos de elementos de la fachada y el tejado. En cuanto a afecciones del tráfico, el viento derribó un semáforo en la carretera de Molleda y volcó una motocicleta estacionada en la calle Fuero de Avilés.

Luanco, muy alerta

El fuerte oleaje, a su vez, mantiene en vilo a los vecinos de localidades costeras de la comarca avilesina, especialmente a los de Luanco, donde temporales de pasados inviernos causaron grandes daños en la fachada litoral. El Ayuntamiento de Gozón dispuso un plan de seguridad que prohíbe el paso y la estancia de personas en las inmediaciones del muelle viejo y La Ribera, además de advertir a los hosteleros con negocios en la zona de que retiren de la vía pública mobiliario y otros objetos que pudiera verse afectados por las olas.

La pleamar de la tarde no causó daños significativos, pero los luanquinos se fueron a dormir con la intranquilidad de lo que pudiera pasar durante la pleamar prevista para la madrugada, dado que las condiciones meteorológicas que se preveían para esa hora eran aún peores que durante la tarde de ayer.

Las flotas de los puertos pesqueros de la comarca avilesina permanecen amarradas a puerto en previsión del fuerte viento y las olas de hasta 8 metros de altura.