"Yo estaba en el coche esperando al crío que salía de clase a las cuatro y veinte. Llegó ella, me echó la mano al cuello y me atacó con el cuchillo, me tiró seis o siete cuchilladas, no me di ni cuenta de que me había pinchado". Es el relato que hizo este martes a La Nueva España un hombre que fue atacado por su exmujer cuando esperaba al hijo de ambos a la salida del colegio Nazaret de Oviedo.

Él resultó herido leve y ella acabó en los calabozos de la Policía Nacional. Está previsto que este miércoles pase a disposición judicial. El niño no presenció la agresión, "aunque lo vieron todos sus compañeros de clase", relató el padre.

La mujer, de nacionalidad colombiana y muy corpulenta, también tuvo que pasar por el Hospital después del forcejeo con su marido y de resistirse a los policías que la detuvieron.

Todo ocurrió en apenas unos minutos. El hombre estaba aparcado con su coche en la calle Lola Mateos, que anteriormente se llamaba Marcos Peña Royo. Es la calle por la que salen los alumnos del colegio Nazaret, la calle a la que da el patio del centro. En ese momento, y según el relato del hombre, que coincide con el de la Policía, llegó la mujer portando un cuchillo y se abalanzó sobre él, que aún permanecía en el interior del vehículo. Tras los primeros segundos de sorpresa, continúa el relato del hombre, "aproveché un momento que vi que tenía hacía atrás la mano en la que llevaba el cuchillo, se la cogí, salí del coche y logré tirarla al suelo". Durante el forcejeo apareció otro hombre que se encontraba en la zona. "Mientras estaba en el suelo, yo la cogí por las manos y el otro hombre por los pies y pedí a la gente que estaba allí que llamase a la Policía", explica el agredido. Los agentes llegaron a los pocos minutos y el hombre, con un corte en el abdomen, entró en el colegio para explicarle a la tutora de su hijo lo que acababa de ocurrir "y que, por favor, se quedase con él durante un rato".

Tras garantizar que su hijo estaba en buenas manos y que no había visto la pelea entre sus padres, el agredido fue atendido de sus heridas en una UVI móvil que se había trasladado hasta el lugar. "Ahora tengo que ir al Hospital a que me acaben de curar y a Comisaría a poner la denuncia", explicaba minutos después de la pelea.

El herido achaca la agresión a una disputa judicial por la custodia del niño. "Ahora la tenemos compartida, pero hace un año solicité que el juez me concediese a mí la custodia del niño y tenemos el juicio en unos días", detallo el herido.

Al filo de las cinco de la tarde, el hombre abandonaba la zona en el mismo coche en el que había comenzado el ataque. Lo hacía con un corte en el jersey que ocultaba un gran apósito en su abdomen, pero, sobre todo, se iba muy nervioso por lo ocurrido a las puertas del colegio de su hijo.