Un desafortunado accidente doméstico le ha costado la vida a una menor de 15 años en Elche al clavarse en el corazón un cristal fracturado en el portal del inmueble donde residía.

El trágico accidente ocurrió sobre las 13 horas de este jueves en un inmueble situado en la calle Doctor Ferrán. El cristal de una segunda puerta del portal se fracturó cuando la menor se apoyó en él. Según fuentes cercanas a la investigación se trataba de una puerta vieja que no soportó el peso al apoyarse y se fracturó. La menor cayó sobre las astillas del cristal fracturado y se clavó dos de los vidrios, con la mala fortuna de que uno de ellos le penetró por la zona dorsal izquierda, en el espacio intercostal, y le afectó al corazón, causándole la muerte de forma inmediata, tal y como ha confirmado el resultado de la autopsia. La menor iba acompañada por su madre cuando ocurrió el fatal accidente.

El SAMU llegó en apenas siete minutos, según las mismas fuentes, pero no pudo hacer nada por salvar su vida, debido a la gravedad de las heridas. El cristal atravesó por completo el órgano vital, por lo que no pudieron hacer más que confirmar su fallecimiento. Momentos antes, una unidad de Soporte Vital Avanzado había tratado de atenderla, sin éxito. La Policía Local de Elche inició las diligencias y una vez se confirmó el fallecimiento la Policía Nacional comunicó lo sucedido al juzgado de guardia de Elche para que se desplazara al lugar la comisión judicial.

Las patrullas de la Policía Nacional desplazadas al lugar del accidente acordonaron la zona y una vez se personó la comisión judicial se autorizó el levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto de Medicina Legal con el fin de practicarle la autopsia. El resultado apunta a que la muerte fue instantánea al clavársele el cristal en el corazón, por el propio peso de la joven al caer sobre las astillas que quedaron clavadas al romperse la puerta. Fuentes cercanas al caso coinciden en señalar la "mala fortuna" como única causa del suceso, pues la más fatal de las casualidades hizo que el cristal atravesara el escaso hueco entre costillas, en lugar de que éstas hubieran servido de barrera para evitar que alcanzara el órgano vital.