Un juzgado ha reabierto el caso de Helena Jubany, la joven bibliotecaria de Sabadell hallada muerta en 2001, cuyas diligencias fueron archivadas provisionalmente en 2005, al aparecer nuevas pruebas sobre una de las personas investigadas en su momento.

Según informa este lunes el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), el juzgado de primera instancia número 2 de Sabadell (Barcelona) ha acordado así la reapertura de las actuaciones respecto a uno de los investigados por la muerte de Jubany.

El 2 de diciembre de 2001, Helena Jubany, una joven de 27 años de Sentmenat, que ejercía de bibliotecaria en Sabadell, fue encontrada muerta, tras ser arrojada inconsciente pero viva, a un patio interior de su edificio, desnuda, drogada y con quemaduras en su cuerpo después de haber recibido un par de mensajes anónimos.

Los indicios apuntaban a un asesinato, y la Policía Nacional detuvo en su momento a una sospechosa, Montse Careta, vecina del mismo edificio y miembro, como Helena, de la Unió Excursionista de Sabadell, que se suicidó posteriormente en prisión.

La investigación policial se centró luego en otro miembro del club excursionista y también residente en el mismo bloque, que es la persona sobre la que ahora se reabren las actuaciones, pero fue archivada provisionalmente en 2005 ante la falta de pruebas que incriminaran al sospechoso.

El magistrado, de acuerdo con el informe del ministerio fiscal del pasado 17 de julio, ha ordenado la reapertura de las diligencias, que se encontraban archivadas provisionalmente desde el 7 de octubre de 2005 sin que ninguna de las partes, ni fiscalía ni acusación particular, presentaran recurso ni en reforma ni en apelación contra esta decisión, después de recibir, el pasado 5 de junio, un escrito de la acusación particular que así lo solicitaba.

Tras recibir el escrito de la acusación particular, el juzgado de primera instancia de Sabadell ha abierto la práctica de nuevas testificales, entre otras diligencias.

Benet Salellas, el abogado de la familia de la bibliotecaria, que ejerce la acusación particular, entregó al juez el pasado 5 de junio nuevas pruebas para que se pudiera retomar el caso y pidió que la investigación pasase a manos de los Mossos d'Esquadra en vez de la Policía Nacional, que era la competente cuando sucedieron los hechos.