Los Mossos d’Esquadra han activado a las 5.30 horas de la mañana de este jueves una macrooperación con más de 500 agentes de diversas unidades. Ha sido un golpe que ha desarmado la cúpula de un histórico clan familiar que ejercía un gran control sobre La Mina (Sant Adrià de Besòs), un barrio al que tenía atemorizado, como el resto de vecindarios colindantes a una orilla y otra del río Besòs, según fuentes policiales. El operativo ha finalizado sobre las 11.00 horas con el arresto de 26 personas, incluidas las 9 que integraban la cúpula. El líder, sus dos lugartenientes y los cuatro que formaban el tercer escalafón están entre los arrestados.

El clan está detrás de los tiroteos del pasado mes de febrero en el barrio de Sant Pau y el de principios de junio en La Mina. En ambos casos se trató de enfrentamientos que libraron contra grupos rivales a los que extorsionaban. El jefe del dispositivo de los Mossos, el subinspector Jonatan Herrera, ha subayado que durante los 29 registros, que se han practicado sobre todo en esta zona del Besòs-que incluye La Mina, el barrio de Besòs de Barcelona y el de Sant Roc de Badalona- han encontrado varias pistolas y un subfusil de asalto, armas de fuego que se usaron en al menos uno de los dos tiroteos.

Ha habido algunas entradas en otros domicilios, algunos de estos segundas residencias de los líderes, ubicados en una urbanización de Maçanet de la Selva (La Selva), Tordera (La Selva), Terrassa (Vallès Occidental) o Palau Solità (Vallès Occidental).

El epicentro del dispositivo se ha desarrollado en el barrio de La Mina, de Sant Adrià de Besòs, asentamiento central de la cúpula. Los miembros de la organización hacían préstamos y exigían pagos a cambio a veces desproporcionados. Es el clan más fuerte en Cataluña y también uno de los más violentos, subrayan fuentes policiales. Los tiroteos como el de Sant Pau, del que llegaron a recogerse casi 20 cascotes de balas, formaba parte de las acciones represivas de grupos rivales para controlar su área de acción.

Los Mossos comenzaron a investigar este caso a partir de varias denuncias por robos violentos que asumieron, por una parte la Unitat de Investigació de Badalona y, por la otra, la Unitat de Multirreincidents hace seis meses. Al cruzar las líneas se percataron de que ambas conducían al mismo clan. El Área Central de Delictes contra el Patrimoni se hizo cargo de las pesquisas iniciadas por ambas unidades, lo que ha permitido este jueves librar el dispositivo que persigue desarticular el presunto entramado.

Varios de los periodistas que han acudido a seguir el desenlace del despliegue policial han sufrido el acoso de algunos vecinos. E incluso algunos han recibido graves amenazas al sacar cámaras para captar imágenes.

El asunto se encuentra bajo secreto de actuaciones por orden del juez que lo instruye.