Un médico de 63 años que trabajaba como cirujano en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla y llevaba cuatro años fugado de la Justicia, tras ser condenado con sentencia firme a cinco años de prisión por falsificar recetas de Viagra, ha sido detenido por la Guardia Civil en la localidad malagueña de Mollina.

La sentencia determinó que el condenado solicitó a un compañero de profesión que le rellenase una prescripción para pacientes ambulatorios haciéndole creer que era para un familiar, aunque en realidad éste había fallecido, hechos que se repitieron hasta en dos ocasiones, ha informado este martes la Guardia Civil en un comunicado.

Una vez dictada la sentencia por la Audiencia de Sevilla, el Tribunal Supremo confirmó la misma tras rechazar el recurso presentado por el acusado, y lo condenó igualmente a cuatro años de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión de la medicina y al pago de una indemnización de 2.169 euros al Servicio Andaluz de Salud (SAS), correspondiente al valor de las recetas.

De los cinco años de prisión, cuatro años y medio corresponden a un delito de falsedad en documento oficial cometido por funcionario público y medio año a un delito de estafa.

Tras recibir la noticia de la sentencia firme que le condenaba, el ahora detenido comenzó un periplo de traslados de su domicilio a varias poblaciones andaluzas, y ocultaba siempre su verdadera identidad. Durante estos cuatro años de fuga este individuo ha utilizado distintos métodos de huida que frustraron su arresto justo en el momento en el que los guardias civiles iban a detenerlo.

Para ello llegó a caracterizarse, cambiaba mediante disfraces su verdadera fisonomía, en otra ocasión salió de un inmueble oculto en el interior del maletero de un vehículo o incluso se recluyó durante meses en una vivienda sin salir prácticamente a la calle.

Finalmente, y tras diversos rastreos por localidades de las provincias de Sevilla y Málaga, la Guardia Civil averiguó que actualmente se ocultaba en una vivienda ubicada en Mollina, donde adoptaba fuertes medidas de seguridad para evitar su localización. Sin embargo, los agentes, tras comprobar de forma fehaciente que la persona que habitaba dicha vivienda era el médico condenado, procedieron a su detención.

Tras la puesta a disposición judicial del detenido, el juez decretó su ingreso en el centro penitenciario de Archidona (Málaga) para el cumplimiento efectivo de la orden de prisión que pesaba sobre el mismo.