Una avioneta amerizó a primera hora de la mañana de este domingo en las piscinas de la playa de El Altillo del municipio grancancario de de Moya. Los dos ocupantes del aeroplano salieron ilesos del siniestro y al lugar se desplazó un amplio dispositivo de Emergencia para asistir a los accidentados.

El incidente tuvo lugar debido a un fallo del motor del aeroplano que se inició mientras sus ocupantes estaban realizando un ejercicio de horas de una escuela de pilotos. La avería provocó que planeasen durante al menos tres minutos sin motor, mientras que de este salía humo. "Gracias a la pericia del piloto no hemos tenido que lamentar una muerte", aseguró un técnico de rescate que se encontraba en el lugar de los hechos.

Los dos pilotos percibieron la incidencia un tiempo antes de que se precipitaran los acontecimientos, según cuenta a LA PROVINCIA uno de los ocupantes. Los tripulantes detectaron humo en la cabina e inmediatamente se pusieron en contacto con la torre de control del Aeropuerto. Técnicos de Aena pidieron a la Guardia Civil de Tráfico que les cerrara la carretera por si tenían la posibilidad de aterrizar en la vía. Para llevar a cabo esta maniobra ascendieron el avión con rapidez con la intención de dejarlo caer planeando. Sin embargo, no pudieron realizar el aterrizaje forzoso en la calzada debido a que no hubo tiempo de cerrarla, por lo que amerizaron el aeroplano en las piscinas de Moya.

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Una avioneta ameriza de emergencia en una playa de Gran Canaria

Los testigos que vieron la secuencia de los hechos contaron que uno de los pilotos se tiró al mar antes de que el aparato cayera al agua. No obstantes algunos expertos aseguran que esto es imposible ya que abrir la cabina en vuelo provocaría la descompensación del viento y el vuelco de la avioneta, "por lo que tuvieron que saltar los dos al mismo tiempo en el momento del amerizaje", explican. Ya en el agua, uno de los pilotos tiró de la la avioneta para llevarla hacia la orilla y evitar que se fuese mar adentro.

Mientras tanto, el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (CECOES) activó un equipo de rescate que se trasladó al lugar junto a una unidad de Bomberos y agentes de Tráfico de la Guardia Civil, que fueron los primeros en personarse en el punto del impacto.

Los dos pilotos aseguraron encontrarse en buenas condiciones, pero como medida preventiva fueron trasladados a un centro de salud para realizarles un chequeo. Una grúa pluma se encargó de sacar la avioneta del agua.