Un hombre se ha quitado la vida en Zaragoza después de agredir y causar lesiones a su exmujer con un arma blanca en el sector Torrero-La Paz. El episodio de violencia doméstica se ha producido en un edificio de la avenida América, número 52, mientras que el agresor, de nacionalidad colombiana, se ha suicidado en la entrada de un garaje comunitario de la calle Lasierra Purroy, a la altura del número 68. Al parecer, la pareja estaba separada desde 2014 y en abril expiró una orden de alejamiento que pesaba sobre él. Fueron padres de un niño hace seis años.

La víctima, que según algunos vecinos es auxiliar de enfermería en el hospital San Juan de Dios, de nombre Paloma, de 31 años, ha sido trasladada al hospital Miguel Servet para ser atendida de distintos cortes en el cuerpo. No ha trascendido el alcance de sus heridas, pero fuentes del Salud han constatado que su vida no corre peligro. Testigos del suceso han relatado a este diario que a Paloma le ha tenido que ser practicado un torniquete en un brazo, aunque este detalle está por confirmar oficialmente.

El agresor, de 28 años y nacionalidad colombiana, ha esperado a su exmujer en el portal de la avenida América número 52, se ha abalanzado sobre ella cuando esta abría la puerta desde el exterior y la ha empujado al interior del patio, donde la ha pataleado y agredido con una navaja, causándole varios cortes en los brazos y en la cara. Los gritos de socorro de la víctima han provocado la alarma de los vecinos y la consiguiente huida del agresor.

En plena carrera, el autor de los hechos, Didier B. C., ha perdido el equilibrio y ha caído al suelo al parecer por una zancadilla que le ha puesto un viandante. Tras levantarse de nuevo, ha seguido corriendo unos 300 metros más para después detenerse junto a un garaje y clavarse la navaja en el pecho, lo que le ha provocado la muerte. La Sangre de Cristo se ha hecho cargo del cadáver.

“Cuando la hemos atendido, le caía sangre por la cara y tenía un corte sobre los labios, al lado de la nariz”, ha relatado una vecina. “Tenía la cara y los brazos cubiertos de sangre”, ha añadido una testigo presencial que ha solicitado no facilitar su identidad. “Un vecino ha aparecido y le ha hecho un torniquete, pues perdía muchísima sangre”, ha puntualizado.

“Él debía de estar esperándola”, ha señalado otra persona que pasaba por la zona en el momento del suceso. “Del patio salían unos gritos desgarradores, y como nadie abría la puerta, me he puesto a tocar todos los timbres hasta que alguien me ha abierto”. “Él estaba muy furioso y la golpeaba sin parar, pero al abrirse la puerta ha salido disparado”, ha relatado. “Alguien ha gritado ‘¡paradlo, paradlo!’, pero iba muy deprisa y lo hemos perdido de vista”, ha indicado el mismo testigo.

El agresor trabajaba en la hostelería, según han narrado vecinos de la zona, que han añadido que no es la primera vez que él acudía al edificio de la avenida América, número 52 y protagonizaba una escena violenta. “En una ocasión oímos al niño gritar ‘¡policía, policía!’”, ha explicado una persona del bloque, que tiene cuatro plantas y 16 viviendas. “Estamos sobresaltados, ha habido un momento en el que sonaban todos los timbres”.