Un menor de 2 años permaneció encerrado en un vehículo en torno a media hora en la localidad de Vigo porque su madre, visiblemente nerviosa, se había dejado las llaves dentro.

La mujer se vio obligada a llamar a los bomberos, que se personaron en el lugar para liberar al niño: con una caña de plástico, los efectivos forzaron la puerta y, ayudados de un alambre y con algo de "maña", pudieron acceder al interior sin necesidad de romper las ventanillas. Felizmente, ninguno de los protagonistas del incidente ha resultado herido.