Un operativo de rescate trata de localizar a un menor de dos años que ha caído esta tarde al interior de un pozo de más de cien metros de profundidad en la localidad malagueña de Totalán, según han confirmado a este diario fuentes del instituto armado y del Consorcio Provincial de Bomberos.

Según los primeros datos, los hechos han ocurrido sobre las 14.00 horas en una zona cercana al Dolmen del Cerro de la Corona, donde el pequeño se ha precipitado por un pozo artesiano, una prospección para buscar agua con más de cien metros de fondo y menos de medio metro de diámetro, un angosto hueco por el que no cabe un adulto que está dificultando enormemente los trabajos de rescate.

Según ha podido saber este diario, los padres del menor se encontraban pasando el fin de semana en el municipio junto a otro matrimonio joven y estaban dando un paseo por el campo cuando el niño se separó unos metros. En un momento dado, el padre del pequeño vio cómo el niño caía en el pozo y fue entonces cuando dio la voz de alarma.

Un hombre que se ha presentado en el lugar asegurando que es uno de los responsables de la empresa que ha realizado la prospección y ha expliado que tiene una profundidad de 110 metros y que se realizó hace aproximadamente un mes.

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Un niño de dos años cae a un pozo de gran profundidad en Málaga

Tras dar la voz de alarma los familiares, al lugar han acudido dotaciones de la Guardia Civil, entre ellas agentes del Equipo de Rescate e Intervención en Montaña (Ereim) y del Consorcio Provincial. El sistema de emergencias 112, por su parte, ha movilizado al Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Desastres (GIPED) del Colegio de Psicólogos de Andalucía para atender a los familiares del pequeño así como técnicos del centro coordinador de Málaga.

Más de medio cetenar de efectivos entre Guardia Civil, Consorcio Provincial de Bomberos, servicio de emergencias 112, Equipo de Rescate Intervención en Montaña (EREIM), el Grupo de Especialidades Subacuáticas (GEAS); Cuerpo Nacional de Policía Protección Civil, la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES) e incluso de empresas privadas de desatoros trabajan contrarreloj con la esperanza de que en las próximas horas se pueda llegar a rescatar al pequeño sano y salvo.