La Audiencia de Madrid juzga el lunes 26 de noviembre a un hombre acusado de agredir sexualmente a una mujer a la que, en una discoteca, dio de beber de su copa, que contenía una sustancia tóxica, para después sacarla a la calle y violarla hasta que llegó la Policía, que tuvo que emplearse a fondo para separarle de su víctima.

La Fiscalía pide para el acusado, Carlos Luis T.A., 14 años de cárcel por un delito de agresión sexual y un delito de resistencia y desobediencia grave a agentes de la autoridad.

En el juicio, que se celebrará ante la Sección 29 de la Audiencia Provincial de Madrid, la Fiscalía expondrá que el procesado conoció a su víctima en una discoteca de la capital y "le conminó varias veces a que bebiese de su copa, que contenía una sustancia tóxica".

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, "la ingesta de la bebida con esa sustancia provocó en la perjudicada una evidente desorientación y pérdida de consciencia, situación que aprovechó el procesado para trasladar a la mujer a una calle próxima al local en el que se encontraban".

"Una vez allí, y con evidente ánimo libidinoso y de atentar contra la libertad sexual de la mujer, le bajó las bragas entre dos vehículos, la puso de espaldas y, tras apretarle fuertemente del cuello con una mano y del cabello con la otra, la penetró vaginalmente por detrás de forma reiterada", prosigue el escrito.

El agresor "gimió muy sonoramente" y la mujer comenzó a gritar "¡auxilio, policía!". Una vecina que escuchó avisó inmediatamente al 112 y poco después se personó en el lugar de los hechos "una dotación policial", relata el fiscal.

Viendo que podía tratarse de una violación, los agentes de la Policía trataron entonces de separar al hombre de su víctima, para lo que debieron emplearse "con firmeza, dado que el agresor se resistía con vehemencia".

"Una vez que le hubieron separado, Carlos Luis continúo con su actitud violenta hacia los agentes hasta que éstos consiguieron, finalmente, reducirle y esposarle", motivo por el que también le acusa la Fiscalía de un delito de desobediencia grave a agentes de la autoridad.