Una vecina de Cangas está siendo investigada por la Guardia Civil por un delito de abandono de familia al ser localizada en un establecimiento hostelero de la localidad con su hija de 14 años y otra menor de 16, todas ellas con síntomas de haber consumido alcohol. El suceso ocurrió el pasado día 1 de noviembre en un céntrico local del frente marítimo. La Guardia Civil, según confirma en un comunicado, había acudido al establecimiento tras ser advertida de que en el interior y, durante el transcurso de una fiesta mexicana, había menores consumiendo bebidas alcohólicas.

Una patrulla del Puesto Principal de la Guardia Civil de Cangas se personó en el lugar y pidió una ambulancia para poder trasladar a la hija de la mujer al hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo que, según ratificó el personal médico, presentaba síntomas de un posible coma etílico. Los agentes llamaron también a la familia de la otra menor, de 16 años de edad, y que también tenía síntomas de haber consumido alcohol. Su madre se personó en el lugar y ya se encargó de la joven.

A la mujer investigada por un delito de abandono de familia, también presentaba signos de embriaguez. No solo a la llegada de los agentes al local sino más tarde ya que, según el informe médico, no se le entregó a su hija en custodia cuando acudió a por ella al hospital, por persistir los síntomas de alcoholemia.

El dueño del establecimiento, según confirma la Guardia Civil, ha sido a su vez denunciado por una infracción administrativa a la Ley 11/2010, de prevención de consumo de alcohol a menores, por lo que se expone a una sanción de entre 3.000 y 15.000 euros.

Fuentes consultadas aseguran que lo que sucedió fue que la madre y la hija comenzaron a pelearse en el establecimiento y fueron los propios responsables del local los que llamaron a la Guardia Civil. Aseguran también que lo ocurrido no se puede vincular con la asociación mexicana que estaba celebrando la fiesta con motivo del Día de Muertos. Para la fiesta, el local se decoró con un altar de muertos con fotografías de familiares y hasta el lugar acudieron familias con niños pequeños y juventud con las caras pintadas de catrinas (calaveras mexicanas). Es tradición en este tipo de fiestas , que está promoviendo el colectivo de mexicanos en Galicia, que las personas acudan con sus familias, parejas o hijos.