Un niño de 12 años falleció este pasado viernes en Valladolid a consecuencia de la herida de bala que le provocó el disparo de un revolver de pequeño calibre, cuando estaba en una vivienda en compañía de su primo, de 16 años, quien al parecer fue el que realizó la detonación de modo furtuito.

Según informó inicialmente la Delegación del Gobierno en Castilla y León, a través de un comunicado, los hechos se produjeron en una vivienda de la calle Francisco Mendizábal de la capital, en la que los dos menores, que eran primos, según han detallado posteriormente a Efe fuentes de la Policía Nacional, estaban solos.

El arma, un revolver de pequeño calibre, pertenecía al abuelo de los menores, y la detonación, según las primeras investigaciones de la Policía Nacional, se produjo de forma accidental en torno a las 21.50 horas de ayer, cuando supuestamente el primo mayor disparó al menor, han concretado las fuentes policiales.

No obstante la Policía Nacional mantiene abiertas otras hipótesis sobre la autoría del disparo, sin que por el momento el primo mayor, una vez en dependencias policiales, y en calidad de investigado, que no de detenido, y asistido de abogado, no haya querido declarar, han precisado a Efe las fuentes policiales.

El niño fue trasladado urgentemente aún con vida al Clínico de Valladolid, donde no fue posible evitar su muerte, según las mismas fuentes, y el otro menor fue llevado al otro centro sanitario de la ciudad, el del Río Hortega, víctima de un ataque de ansiedad.

Además ha sido detenido el abuelo de los dos niños y propietario del arma de fuego, que ha pasado a disposición judicial como supuesto autor de un delito de tenencia ilícita de armas, según fuentes de la Policía Nacional.