El bebé hallado ayer entre los residuos de envases que se seleccionaban en una cinta transportadora en la planta de reciclaje de la Cartuja de Zaragoza nació muerto, según han informado hoy a Efe fuentes de la Guardia Civil.

Según la autopsia, practicada hoy, el cuerpo era una niña y no llegó a respirar en ningún momento. Los forenses tratan de determinar si el aborto fue provocado o espontáneo, han añadido las fuentes.

La Policía Judicial de la Guardia Civil continúa la investigación para dar con el paradero de la madre, que aún no ha sido localizada.

Por el momento no hay detenidos, han apuntado las fuentes, que han recordado que en caso de que el aborto fuera fortuito la investigación se centraría en cómo el bebé fue a parar a un contenedor.

El Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza fue el que hizo ayer el levantamiento del cadáver y el que investiga el caso.

El bebé fue hallado ayer muerto en un ecovertedero a las 06.45 horas por una trabajadora de estas instalaciones, que alertó al 112, que a su vez llamó a la Guardia Civil.