El pasado martes un fontanero de 46 años de edad estuvo a punto de morir ahogado en la zanja donde trabajaba instalando tubos de la red municipal de agua potable. Todo ocurrió aproximadamente a las 9 horas de la mañana. José Manuel Quinto Parres se encontraba dentro de una zanja abierta, de unos 10 metros de longitud, en la calle Francisco Pérez Campillo de Elche, junto con otros compañeros. En esos instantes, José Quinto procedía a la unión entre los tubos y, como es normal, con la llave de paso de agua cerrada. Fue entonces cuando, por motivos que se desconocen, comenzó a salir agua y con tal presión que provocó un movimiento de las tuberías de hierro fundido atrapando la mano izquierda del trabajador y arrojándole al fondo del agujero, en el que quedó inmovilizado.

Fueron sus propios compañeros los que intentaron en un primer momento rescatarlo entre una gran tensión. Cuando el agua cubría prácticamente el cuerpo del trabajador, una máquina retroexcavadora pudo mover la llave de paso y rebajar el nivel del agua y mover los tubos, según la noticia publicada en el periódico «Información».